She Never Fails | Jenlisa Adaptación

Capítulo 31

Lisa se quedó mirando a Jennie.

—Que pare... ¿que pare qué? —preguntó.

Jennie cerró los ojos. Lisa no se movió. Nadie se movió. Nadie dijo ni una palabra. Al cabo de un rato, Jennie cuadró los hombros y asintió para sí mientras respiraba hondo.

Mierda.

Lisa conocía esa mirada.

—Jennie, espera...

—Lisa es la diseñadora principal de este proyecto —dijo Jennie—. No yo.

Hubo un horrible lapso de silencio antes de que Taeyeon ladeara la cabeza.

—¿Cómo dices?

—Se merece llevarse el mérito —continuó la castaña—. Se merece todas las oportunidades que le brinde salir en el programa.

—Jennie —dijo Lisa en apenas un susurro. La conmoción hizo que las emociones se le desbordaran. Le costaba respirar, pero lo arreglaría. Solo tenía que negarlo. Era lo único que tenía que hacer para arreglarlo—. ¿De qué estás hablando?

—No lo hagas —le pidió Jennie, pero no la miró—. Siento haberlo dejado pasar durante tanto tiempo. No sé...

Sacudió la cabeza y se llevó una mano a la boca.

Entonces se dio la vuelta y salió de la habitación. Nadie la detuvo. Ni siquiera Lisa, que todavía intentaba asimilar lo que acababa de ocurrir y lo que supondría. Captó la mirada de Jungkook, que la miraba como si nunca la hubiera visto antes. Las lágrimas brillaron en los ojos de Pru, que se llevó las manos a la boca. Taeyeon se quedó con la boca ligeramente entreabierta, como si intentara averiguar qué decir o hacer.

Lisa fue tras Jennie.

—Oye —dijo cuando la alcanzó en el vestíbulo—. Eh, ¡oye! Más despacio.

Jennie no se detuvo. Se precipitó hacia la puerta del hotel y Lisa tuvo que correr los últimos pasos para alcanzarla. La agarró del brazo y la obligó a girarse.

—No digas nada —dijo Jennie—. Por favor, no digas nada.

—Claro que voy a decir algo, joder —espetó Lisa—. ¿En qué estabas pensando? ¿Por qué lo has hecho?

—Sabes por qué. No puedo... Lo siento mucho, Lisa.

—¿Por qué lo sientes? —preguntó Lisa y abrió mucho los brazos—. Somos compañeras. Estamos juntas en esto.

Jennie negó con la cabeza.

—Las compañeras no se hacen esto. No se roban el mérito ni las oportunidades. No mienten.

—Jennie —dijo Lisa—. Tú no...

Pero no podía terminar la frase y ambas lo sabían. A Jennie se le escapó un sollozo seco.

—He estado muy cerca. He estado a punto de arrebatártelo todo. ¿Y sabes qué? Lo habría hecho. Creo que habría seguido adelante si Joohyun no le hubiera escrito a Taeyeon. Es lo que más me asusta. Eso es lo que... —Se frotó la frente y suspiró entre las manos—. No puedo hacerlo.

—¿El qué?

Agitó una mano entre las dos.

—Esto. Lo nuestro.

—Espera —dijo Lisa, con el pánico acumulado en el pecho. Jennie no se refería a ellas, no podía ser. Tenía que estar hablando de su relación profesional. ¿Verdad?

—Podemos arreglarlo —aseguró Lisa—. Cálmate, ¿vale? Pensemos un segundo.

—No quiero arreglarlo —dijo Jennie, con voz temblorosa—. ¿No lo ves? Es lo que tiene que pasar. Todo tiene que derrumbarse para que puedas empezar de nuevo. Sé la diseñadora del proyecto, como tendrías que haber sido desde el principio.