Capítulo 26

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—Hola, Lis.

Lisa parpadeó.

Joohyun sonrió y el hoyuelo que solía besar por las noches antes de irse a dormir apareció en su mejilla izquierda.

—¿Qué...? —consiguió articular, pero nada más.

—Si hubieras contestado el teléfono, no sería una sorpresa —dijo Joohyun.

Lisa desvió la mirada hacia Jungkook, que parecía querer arrancarle la cabeza a su ex mujer y, al mismo tiempo, estrecharla a ella entre sus brazos. Suspiró y se pasó una mano por el pelo, pero la miró y la bombardeó con un millón de preguntas silenciosas.

¿Estás bien?
¿Quieres que me quede?
La echaré a patadas ahora mismo, solo tienes que pedirlo.

Sinceramente, Lisa no tenía claro cómo responder a ninguna.

Entonces Jennie se aclaró la garganta y todo se agudizó y se volvió muy real.

—Mierda —dijo Lisa—. Hola, lo siento. Joohyun, esta es Jennie.

—Hola —saludó Jennie con frialdad. La mujer que le gritó a una desconocida delante del Wake Up reapareció con fuerza renovada. Pero a Lisa le gustaba esa mujer en aquel momento.

—Encantada de conocerte —dijo Joohyun y desvió la negruzca mirada un instante hacia la despensa en la que seguían metidas—. Siento interrumpir.

—No pasa nada —respondió Lisa antes de que pudiera detener las palabras. Claro que pasaba. La cabeza le daba vueltas. Joohyun estaba allí. Estaba guapísima y sana, y le dolía el centro del pecho.

—Debería irme —dijo Jennie—. Las dejaré solas para que hablen.

No. No lo hagas. Por favor, no te vayas.

Las protestas revoloteaban en la mente de Lisa, pero no consiguió expresarlas en voz alta. Se limitó a mirar a Jennie y asentir.

¿Por qué mierdas asentía?

Jennie le devolvió el gesto con la mirada pérdida. Apretaba los dientes. Lisa se dio cuenta de que tenía la mandíbula en tensión. Pero entonces, cuando la mujer salió de la despensa, se fijó en que le temblaba un poco el labio inferior antes de apretar más la boca.

Y la vio alejarse.

—Te acompaño fuera —dijo Jungkook cuando Jennie estaba a medio camino de la puerta de atrás—. ¿De acuerdo? —añadió mirando a Lisa.

Ella asintió. Otra vez. Por Dios, que alguien le inmovilizase el cuello.

Miró a Jennie, con la esperanza de que le devolviera la mirada antes de irse, pero sabía que no lo haría.

La puerta se cerró y Lisa sintió en el estómago la horrible sensación de que había metido la pata.

Lo arreglaría. Podía arreglarlo.

Pero antes, tenía que averiguar qué hacía Joohyun en Jeju. Tenía que saber por qué acababa de priorizar a la mujer que la había abandonado y la había hecho sentir como si no fuera nada por encima de la mujer de la que se estaba enamorando.

—Bueno —dijo, en un alarde de perspicacia.

Joohyun se limitó a sonreírle, siempre tranquila como un monje. Llevaba un mono corto azul y un sombrero de paja en las manos. Lisa sabía que era sensible al sol desde la quimio, que tenía que ponerse una capa de protector solar cada hora si iba a estar al aire libre. Pero tenía buen aspecto. Muy bueno. Había engordado y su piel resplandecía con un aire saludable y vitamina D. Tenía el pelo más largo, pero apenas le llegaba a los lóbulos de las orejas.

She Never Fails | Jenlisa Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora