lix

3.6K 512 253
                                    

Camina con tránquilidad observando el cielo completamente despejado, casí como sí estuviese anticipando el gran evento que va a empezar dentro de tan sólo dos horas.

Esta acostumbrado a pasar desapercibido, sí no habla, o hace algún sonido, sabe que las personas que le pasan por al lado no lo notarian, por eso camina con tanta tránquilidad, porque cuando nadie se fija en él todo es más sencillo, incluso reconfortante a veces.

Para Jimin, el aislamiento se convirtío en su mayor consuelo.

El problema, es que esta tan acostumbrado a estar solo que en algún momento empezó a alejarse de todo, de sus amigos, de su abuelo, dejo de contarles cosas, dejo de escuchar las cosas que les pasaba a ellos, y con el tiempo, su mayor miedo que era estar solo, se convirtió en miedo a estar acompañado, a que lo vean, a quedar expuesto.

El mayor terror de Jimin era que alguíen pose sus ojos en él, y se capaz de ver todas y cada una de sus heridas frescas, algunas supurando, otras sangrando, su peor pesadilla era que alguíen vea en lo que se había convertido.

O eso se suponía...Jungkook llego y lo vío tal y como es desde el primer minuto, y sí bien eso lo aterraba, por primera vez en mucho tiempo se sentía realmente confortado.

No era esa calma gélida y solitaria que sentía cuando estaba a solas, no podía siquiera compararse a ello.

Era cálido, cariñoso, realmente reconfortante, porque Jungkook lo veía, destrozado, vacío, sin arreglo, y aún así elegía quedarse a su lado, tomando su mano mientras una sonrisa se dibuja en sus labios y lo mira como sí no quisiera mirar a nadie más que no sea él.

Tal vez ahí fue cuando Jimin se dió cuenta.

Su miedo no era ser visto, su miedo no era que vean sus heridas. No, su miedo era que alguíen las vea y les de asco, que alguíen las note y lo abandone debido a ellas.

—¡Jims!

Jimin estaba acostumbrado a pasar desapercibido, se había convertido en su confort, pero en cuanto lo ve a él, corriendo en su dirección, con esa enorme sonrisa en sus labios, con una de sus manos siendo agitada en su dirección en señal de saludo, gritando ese sobrenombre que sólo él tiene permitido usar...lo sabe, era todo una mentira que él se había inventado en un intento de salvar aunque sea una parte de sí mismo.

Jamás se había acostumbrado, simplemente se había quedado esperando a que alguíen lo saque de allí, que alguíen lo salve, entonces lo sabe, esa sonrisa es su confort.

No puede creer que le haya llevado tanto tiempo darse cuenta, y tal vez sea por el cielo tan despejado brillando en un increíble tono celeste, tal vez fue la forma en la que el chico corrío hacía él con esa sonrisa, tal vez simplemente se trata de una hermosa epifanía, pero corre en su dirección y lo abraza por el cuello llamando la atención de quienes habían pasado a su lado, quienes ahora lo ven claramente, sonriendo y, por primera vez en mucho tiempo, completamente seguro de algo.

—Te quiero, Guks.

El mencionado jamás podría acostumbrarse a escuchar esas palabras saliendo de esos labios rosados.

—Yo también te quiero, Jims.

Unen sus labios en un corto beso, se sonríen el uno al otro, y caminan con sus manos entrelazadas hacía ese gran grupo de chicos que los esperan con sosnrisas enormes y genuinas en el rostro.

Jimin podía jurar que eran personas que jamás iba a recordar, con las que ni siquiera se iba a molestar en intercambiar más de una palabra, y ahí esta, sabiendo que todos y cada uno de ellos son amigos que le vanna durar durante años.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 13 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

bystander [Pausada hasta 12/24] [Kookmin Au] 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora