En busca de un Omega / Omegaverse/ Muzan x genya

02

Muzan estaba decidido a conocer a ese Omega, cueste lo cueste y mandó a Douma a que viera cuál sería su próxima misión, con quién iría, a dónde y cuando Douma ya arrodillado, asintió y en un pestañeo estaba cerca de Genya. Era de noche y veía cómo los pilares se iban para hacer guardia, eso le daba ventaja para poder acercarse al azabache y oír, hoyo cómo tenía varias misiones muy bajas.

- Claramente, son tan bajas, hasta los cazadores de menor rango saben alguna respiración y él no sabía ninguna. - se susurró Douma a sí mismo para luego irse de ahí y contactar con Nakime para que le llevé enfrente de Muzan.

sinceramente estaba feliz sus misiones eran fáciles así que no se podía quejar lo único difícil era no cometer ningún fallo.

Muzan apareció en un par de segundos mientras miraba a Douma y le preguntaba qué había conseguido para él.

- Amo Muzan al parecer tiene varias misiones, pero no creo que le sirvan todas - iba a seguir hablando, pero Muzan le interrumpió.

- Douma, dime cuál es su misión más cercana. -

- Bueno, la misión más cercana que tiene es mañana, pero es por la tarde a plena luz del día, no obstante, pasado mañana tiene una misión por la noche investigando que no haya más demonios en el distrito rojo donde mataron a la 6.a luna... - habló Douma, pero al decir lo último sintió algo en el pecho, ¿Era dolor? Claro que no, él no tenía sentimiento y, en fin, lo dejaba pasar.

Muzan estaría esperando el día para poder ir a ver "su" omega a ver si le agradaba o no.

En poco tiempo llegó el día y Muzan se estaba alistando para darle la señal a Nakime y que le mandé al distrito rojo. Si es posible, lo más cerca del muchacho, hizo una señal, ya estaba en una esquina del distrito rojo.

Rápidamente le distinguió, era atractivo y su cara no estaba mal, menos por su expresión de enfado. Rápidamente se acercó a él y le empezó a hablar claramente, teniendo una apariencia humana.

- Disculpa, ¿es usted un cazador de demonios? - preguntó intentando hacerse el tonto. Lo sabía perfectamente, pero por preguntar no le pasaba nada.

- ¿Eh? Si, ¿cómo lo sabes? ¿Está el peligro? -preguntó el azabache para luego ponerse delante del mayor y hacer como que le protegiera, era su deber.

- Oh, estoy bien tranquilo y lo que le delató fue la espada, pero quiero preguntar ¿Por qué lleva esa pistola? -

Genya le explicó toda la que ya sabía, así que estaba a punto de dormirse. Ya sabía toda esa información, pero se tenía que hacer el tonto.

- ¿Tú qué haces aquí? - preguntó el Omega para luego darle una sonrisa.

- ¿Yo? Ah, pues estoy dando una vuelta. -

- ¿Vienes en busca de una omega ? -

- No en verdad, no me interesan mucho las mujeres, me gustan más los hombres. ¿Y tú ya tienes un alfa en tu vida? - Lo primero que dijo dejó a Genya algo sorprendido. Era alguien atractivo, unos ojos bastante bonitos eran el típico estéreotipo de alguien hetero. Antes de decir algo, salió de su mundo a la pregunta del mayor.

- No, por ahora no tengo ningún alfa a mi lado, estoy más dispuesto a ser un buen cazador -

- Qué triste, eres un Omega muy lindo - esa aclaración hizo que el Omega se sonrojara levemente eso lo notó el Alfa que empezó a reír por el acto del Omega.

- Gracias, tú tampoco estás mal - Genya le dedicó una sonrisa cálida y Muzan ya sabía que ese Omega iba a ser suyo.

Así pasaron toda la noche hablando y comiendo un poco más por Genya ya que a Muzan no le gustaba tanto la comida de humanos ya que se había acostumbrado a la carne humana sin importar eso pasaron hablando toda la noche hasta que llegó casi el amanecer Genya dijo que se podía quedar un poco más, pero claramente él no podía ya que se quemaría, pero le preguntó para verse otra vez. Genya aceptó y dijeron verse cada noche ahí.

Genya se fue bastante contenta a la finca del pilar de la roca sin antes encontrarse con los demás pilares. Estaban esperando ya que tenían una reunión mientras Genya se iba. Gyome le paró, todos los pilares se le quedaron viendo a él y a Genya.

- Lamento, si le interrumpí, acabó de venir de mi misión. - dijo el azabache haciéndole una referencia al mayor

- No es eso. Genya tienes el olor de un alfa pegado a ti y no me mientas, sé que no es tu olor, te conozco desde pequeño. - habló el mayor con cara de serio, aunque por dentro se moría por saber quién era, cómo se conocieron y lo demás. Genya era como un hijo y le encantaría saber cómo es de ese alfa y también por qué era un chismoso.

- ¡¿Genya, tienes ya un alfa!? ¡Qué lindo! ¿Nos lo vas a presentar? - habló el pilar del amor, Mitsuri Kanroji, Genya iba a decir algo hasta que sintió una mirada.

Era Iguro Obanai el pilar de la serpiente que le miraba como si le fuera a matar ya que estaba atrapando toda la atención de Mitsuri eso se lo venía y otra mirada más... Era Sanemi, su hermano, que le miraba como si le fuera a matar en ese mismo instante.

- ¿Un alfa? - habló con su voz ronca. Todos los pilares sabían que eran hermanos y, aunque Sanemi hiciera como si no le importara nada, su hermano, en el fondo le tenía cariño y quería protegerlo y le hacía ilusión que Genya tuviera pareja e hijos y viva feliz, pero todavía no. ¡Era muy joven! No le perdonaría a ningún alfa que le ponga sus manos encima de su hermanito.

Antes de decir algo, el patrón llegó y Genya, dando gracias a Dios, se fue corriendo de ahí antes de que le hicieran más preguntas ya que ahora que lo recuerda no le preguntó ni su nombre.