Genya se estaba yendo con sus flores en la mano. Le encantaban, eran tan lindas. En un pestañeo, ya estaba en la finca de la roca. ¿Tan rápido había llegado? Estaba tan embobado viendo las flores que no se percató de que había llegado. Mientras pasaba por los pasillos de la finca del pilar, se encontró con un alfa de pelos blancos y cicatrices en la cara como pecho, Sanemi.
- Te estaba buscando, idio... - antes de terminar su frase vio cómo el omega sostenía un ramo de flores, eso hizo que una vena saltara en su frente - ¿Quién te ha dado esas malditas flores? - antes de que las cogiera Genya rápidamente las escondió detrás de su espalda ese acto hizo que el alfa se enfadará más - ¿Qué mierda te crees? ¡Responde! -
- ¡Se las di yo! ¿Algún problema? - habló por detrás, una voz femenina era el pilar del amor que estaba llegando justo a la finca. En el fondo, estaba asustada, la apariencia del peli blanco le asustaba y su personalidad no ayudaba mucho, pero, aun así, defendería a Genya.
- ¿Se puede saber qué haces aquí Mitsuri? - preguntó el pilar del viento que ya se le había bajado la vena de la frente más no su enfado.
- Viener a ver a Genya es que le di las flores y no sé si le gustaron - habló Mitsuri acercándose a Genya para luego tomarle de los hombros y sacarlo de esa situación tan incómoda.
- Gracias por sacarme de ahí, Mitsuri. ¿Pero por qué había venido? - Genya, al agradecer, le hizo una reverencia para luego preguntarle qué hacía en ese lugar. No le molestaba más, le dio gracias a los dioses porque Mitsuri apareciera en el momento correcto.
- ¡Era por preguntar por tu cita! Y por lo que veo no te fue nada mal, ¡vamos a mi finca! Ahí estarás más tranquilo, nos espera Rengoku. - Genya sonrió amistosamente para luego seguir a la joven.
Ahora no estaba tan nervioso por su presencia, le seguía pareciendo alguien muy hermosa, pero estaba ahora había más confianza.
Al llegar, Mitsuri le indicó que ahora estaban en otra habitación, pero que en esa también había comida por si queria, ya que era obvio que el joven Genya acaba de llegar de la cita y ni habría comido nada.
Al entrar, Genya se alegró de ver a Rengoku, pero se congeló al ver a Iguro. ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué Mitsuri no le dijo nada? Sabían que estos dos estaban saliendo, pero no sabía que estaba ahí con ellos.
- Hoy está Iguro, ya que insistió en venir, espero que no te moleste, ¿Genya? - Genya estaba congelado. ¿Sanemi le había pedido estar ahí para ver con quién salía? Aunque sería algo muy considerable de parte de su hermano mayor, pero de todas formas ¡no tenía por qué enviar a su amigo!
- En verdad, delante de Iguro no me sentiré cómodo hablando... - habló el joven rápidamente, sintió una mirada por encima de él que era de parte del pilar de la serpiente, Iguro se paró de inmediato y se acercó en un abrir y cerrar de ojos, estaba bastante asustado para ser sincero.
- ¿Por qué te molesta que esté Iguro, Genya? - preguntó con su tono tan angelical la joven, algo que hizo que Genya se tranquilizara.
- Verá, el problema no es Iguro sino que él es un amigo muy cercano a mi hermano y tengo algo de miedo que le cuente algo. Sanemi todavía no sabe que me veo con un alfa - le susurré al oído a Mitsuri, algo que hizo que Iguro se pusiera más celoso, pero sabía que si intentaba algo Rengoku me protegería y Mitsuri se enojaría con él.
- ¡Por eso no hay problema! Iguro no dirá ninguna palabra, ¿Verdad, Iguro? - Mitsuri se giró a ver a Iguro, que rápidamente cambió su expresión.
- ¿No diré nada de qué? - preguntó Iguro algo confuso.
- Genya tiene miedo de que le digas algo a Sanemi, pero no lo harás, ¿verdad? Genya y yo podemos confiar en que no hablaras, ¿Verdad, Iguro? - La joven hablaba con una sonrisa en el rostro, pero su tono de voz era algo diferente.
- Si me lo pides tú Mitsuri, no diré nada. -
- ¡Perfecto, ahora joven Genya, cuéntanos qué tal su cita! - habló por detrás Rengoku que se estaba comiendo varias donas a la vez, si le gustaban las donas...
Sin más que decir, me senté con ellos y les empecé a hablar de cómo lo había pasado con él, que ya sabía su nombre, de qué flores se trataban y de que nos volveríamos a ver por la noche.
- ¡Me acuerdo de que cuando Iguro me estaba cortejando, me daba flores! Capaz intenta hacer lo mismo contigo. ¡Qué lindos! - habló la peli rosa mirando a Iguro, algo que este asintió y la miró.
- ¡Eres muy afortunada joven Genya! Espero que ese alfa sea tan bueno como usted y una gran persona. - habló por detrás Rengoku que ya dejó de comer para escuchar sobre lo de la "cita".
- Pero por ahora no te hagas el fácil, no sabes qué intenciones tiene ese alfa contigo. ¿Cuántos años tiene? - habló el Iguro mientras me miraba.
- En verdad se me olvidó de preguntarle la edad... ¡Pero hoy lo hago! Y tranquilo, seguro estaré muy atento. - Hablé para luego darle una sonrisa a Iguro, algo que hizo que se relajara un poco ya que al oír que no sabía su edad se podía sentir como estaba apunto de darme un puñetazo en la cara.
- ¡Preparemos la segunda cita! - habló Mitsuri para luego pararse y mostrarme que tenía nuevas prendas de ropa.
- ¡También necesitas algo que darle al alfa por el regalo que te dio! - habló Rengoku parándose para empezar a decir varias tiendas donde poder encontrar el regalo perfecto.
- Seguro que ellos ya lo saben, pero me tendrás que decir cómo es y su personalidad para encontrar el regalo perfecto - habló Iguro que estaba al lado de Mitsuri abrazándola por la cintura.
Genya se sentía como en el cielo. ¿Eso era amor? Hacía tanto que no lo sentía ni quería que acabará, quería quedarse ahí para siempre, quería hacer eso con su familia, aunque cuando pasó ese accidente su sueño se cambió a hacerlo con su hermano, pero por lo que veía era imposible, pero da igual, se sentía tan feliz, ellos se convirtieron en poco tiempo en una familia para él.
- ¡Prometo dar lo mejor de mí! - habló Genya para que luego los 4 salieran de la finca de la joven en busca del mejor regalo para darle al alfa.
No sabían que alguien les estaba viendo, era Sanemi quien les estaba viendo cómo se iban, pero había alguien extraño ahí, alguien que conocía ¿Iguro?
- ¿Qué hace ahí, Iguro? ¿Con mi hermano? ¿Le tiene más confianza a Iguro que a mí? - Sanemi sintió una puntada en el pecho, esperaba que cuando Genya sintiera algo por un Alfa fuera él, el 1° en saberlo, pero no iba a ser posible...
Así pasaron toda la tarde comiendo fuera, buscando el regalo, contando cómo fueron sus vidas, momentos chistosos, compartiendo gustos... Y recuerdos hermosos para el omega de pelo negro que agradecía no tener que pasar esto solo.
Todos se sorprendieron, ya que el que consiguió el regalo "perfecto" fue Iguro, era un colgante de color rojo fuerte, bastante varonil, así que no se vería mal en el alfa. Genya al instante, pudo recordar los ojos de aquel alfa...
Cuando salieron de la tienda, Genya vio cómo estaba anocheciendo.
- Ya me tengo que ir, pero os agradezco por haberme ayudado, no quería pasar mi primer "enamoramiento" solo y vosotros me estáis ayudando mucho, tú también, Iguro. - Iguro, al oír eso sonrió y le dió unas palmaditas en la cabeza a Genya.
- Vas a llegar tarde, Genya, ve rápido. - hablo Iguro, para luego ver cómo Genya le hacía una reverencia a todos y se iba corriendo de ahí con el regalo mientras que ellos se iban de camino a sus respectivas misiones.
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1336 words
¡Gracias por leer! Quería haber puesto la cita, pero senti que el capítulo se estaba poniendo muy largo, así que no se... ¡Espero que os guste!
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En busca de un Omega / Omegaverse/ Muzan x genya
FantasyMuzan, el rey de los demonios, estaba harto de pasar así de solo. Quería saber cómo se sentía tener un Omega a su lado, así que le pidió a alguien que saliera a buscar al Omega perfecto para él. 𝐒𝐡𝐢𝐩: Muzan x Genya ¿𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚? Capaz...