Muzan, el rey de los demonios, estaba harto de pasar así de solo. Quería saber cómo se sentía tener un Omega a su lado, así que le pidió a alguien que saliera a buscar al Omega perfecto para él.
𝐒𝐡𝐢𝐩:
Muzan x Genya
¿𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚?
Capaz...
Genya no pudo ponerse en shock cuando vio cómo su hermano estaba apunto de decapitar al demonio. Sabía que al ser el rey no sería tan fácil, pero se veía tan débil que no estaba seguro de que iba a pasar. Sabía que si se ponía en medio saldría herido, pero vio una salvación.
Agarró un trozo de carne que le cayó al rey y se la comió rápidamente, sin más que pensar. Saltó hacia el combate. Sanemi estaba apunto de cortarle la cabeza hasta que vio cómo alguien disparó su espada, así que esta perdiera el equilibrio. Este no le dio importancia y volvió a convocar la respiración antes de que perdiera la oportunidad. Sin más, corto la cabeza del demonio.
Iba a celebrarlo hasta que vio cómo Muzan se seguía moviendo con la cabeza bien puesta. ¿A quién le corto la cabeza? Cuando se fijó que había cortado, pudo ver la figura de su hermano. ¿Su hermano?
—¡Genya! —ese grito, que se podría ver lo desgarrador que fue, dejó a todos algo impactados, haciendo que todos se pusieran alerta hasta que vieron cómo Sanemi agarraba el cuerpo de su hermano.
—¡Genya, todo estará bien! ¡Abre los ojos! —gritó Sanemi con lágrimas en los ojos, gritando por la vida de su hermano; no sabía si estaba muerto o no.
—¡Genya, te prometo que si sales con vida, ese estúpido demonio estará bienvenido a la familia! —gritó más fuerte Sanemi.
—Aniki… —fue lo último que dijo Genya antes de cerrar los ojos. Ya que todavía seguía el cuerpo con ellos, fueron rápidamente a la finca mariposa, dejando atrás a Muzan que no se podía parar.
—¿Cómo está mi hermano Kochō? —preguntó Sanemi bastante alterado.
—Mientras le chequeaba su brazo, volvió a creer que eso significaba que es un demonio. Habrá agarrado algo de carne que se cayó mientras peleamos con Muzan — habló Shinobu mirando a Sanemi que se le veía más confuso.
—¿Y eso qué significa? —habló Sanemi aún más confuso y preocupado.
—Uff, que Genya es un demonio, pero y tenemos que dar gracias a eso, ya que si no lo hubiese sido hubiese perdido demasiada sangre y seguramente ahora no estaría aquí —habló Shinobu mirando cómo Sanemi suspiraba profundamente quitándose un peso de encima…
—Yo voy a matar a ese maldito demonio si no hubiese sido porque quería estar con mi hermanito. — Sanemi se veía más enojado y cuando se dio la vuelta alguien le agarró el brazo.
— Seguro que Muzan ya mejoró y los demás pilares están bastante heridos. Los únicos que están mayormente bien sois Gyomei y tú, aunque de todas formas necesitas descanso, sino seguramente Muzan te gana fácil, mejor quédate cuidando a tu hermano; no me cabe duda que Muzan podría llegar a verlo. Parecía bastante preocupado — habló Shinobu para luego irse dejando atrás a Sanemi que entró rápidamente a la habitación con Genya
—Por favor, Genya, despierta, te lo suplico —suplicó Sanemi.
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