Muzan, el rey de los demonios, estaba harto de pasar así de solo. Quería saber cómo se sentía tener un Omega a su lado, así que le pidió a alguien que saliera a buscar al Omega perfecto para él.
𝐒𝐡𝐢𝐩:
Muzan x Genya
¿𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚?
Capaz...
Faltaba un día para que terminara la semana y poder ver a los pilares, al patrón, a su hermano mayor. La verdad lo había pasado falta Muzan no le paraba de insultar y pegar, tenía varios moretones y un ojo algo morado más si muñeca con marca de rojo por los agarres del mayor, parace que los oemgas de su familia no tiene suerte, decia esto por su madre que fue maltratada por su padre antes de morir.
- Recuerda que mañana me voy así que no me busques - habló un Omega que tenía un kimono color morado oscuro y el cinturón color blanco. El Omega estaba entrando a una habitación... donde estaba el alfa.
- Está bien, pero que no se te olvide que te vas a quedar aquí, para toda tú vida - habló el alfa sin mirar a los ojos al Omega y siguiendo con sus tareas.
- ¿Qué te hace pensar que me voy a quedar aquí? ¡Desde que llegué me has tratado como basura, insultándome, golpeándome! ¿¡Y piensas que me voy a quedar aquí?! - habló a gritos el Omega, acercándose más al alfa.
- Sabes que lo digo, es verdad; eres alguien fuerte, pero no tienes ni una pizca de talento para matar demonios, así que esta es tú manera de hacer que los cazadores vivan tranquilos, ¿no? - El alfa habló con una voz ronca y grave, algo que dejó al omega algo nervioso. Tenía razón, no tenía nada de talento.
- Me voy a dar una vuelta, adiós - habló el omega para luego darse la vuelta y darle la espalda al alfa, pero antes de que se vaya sintió un agarré bastante fuerte en la muñeca.
- Como te encuentres escapando, verás Shinazugawa, ten cuidado con lo que haces, ¿entendido? - habló el alfa para cuando terminara de hablar el Omega se soltará del agarre y irse de ahí lo más rápido posible.
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Genya estaba tranquilamente dando una vuelta por saber dónde hasta que encontró una peculiar puerta que decidió abrir. Estaba algo asustado. Estaba delante de 3 demonios más poderosos
(3 porque el 1 es Muzan).
- Oh, ¡Tú eres el Omega del amo Muzan! ¿Verdad? Estás algo lastimado; el amo Muzan se enojará - habló el chico de pelo plateado.
- ¿Se enojará? si fue él el que me hizo esto - habló el Omega, dejando algo sorprendido al alfa.
- Con lo emocionado que estaba el amo Muzan con tú llegada nos mandó dejarte la habitación impecable, tranquilo, seguro que todavía no sabe demostrar amor, pero seguro que luego te querrá de verdad - habló Douma dejando a Genya algo sorprendida. ¿Era posible que Muzan lo llegué a querer?
- No creo, pero gracias por los ánimos; de todas formas, solo soy un juguete para él- habló algo deprimido el Omega recordando todo lo que había pasado él cuando aún pensaba que Muzan era humano.
- Confía en mí; te ha dado de comer, ¿tienes hambre? - habló Douma para luego abrir un portal en el suelo.
- Un poco en verdad... - habló el Omega para luego tirarse por el portal.
