- ¿De qué hablas, Nemi? Este peluche me lo compré yo... - habló Genya después de su susto.
- No me mientas, Genya. Ya lo sé todo. ¿Quién es ese alfa? - habló con su voz ronca, grave y unos ojos dominantes.
- Él no es mi alfa... ¡Solo es un amigo! - habló Genya algo sonrojado y con su ceño fruncido.
- Lo que sea, solo dile que como te llegué a tocar un solo pelo, se las verá conmigo - habló Sanemi mirando una pared para luego dar una palmada en la cabeza de Genya e irse de ahí.
- Aniki... De verdad se preocupa por mi. - susurró Genya apuntó de estallar en lágrimas y tirarse al piso.
- Tengo que buscar otro regalo, por agradecimiento ¿te apetece acompañarme? - habló otra vez Genya viendo como su hermano se iba yendo.
- ¿Eh? Puff, solo te acompañaré para que no te pase nada, así que muevete rápido - habló el mayor para darle una indicación a su hermano de que se moviera.
Así pasaron la tarde buscando otro regalo para el alfa, bueno, Genya. Ya que Sanemi estaba quejándose de que seguro que ese alfa no era digno del amor de su hermanito y mucho menos de su atención, a lo que Genya solo reía al no encontrar nada, decidieron ir a por algo de comer. Genya le habló de un lugar bueno que fue con los otros pilares el otro día.Al llegar tomaron asiento, pudieron la comida y esperaron a que la traiga.
- Dime, Genya. ¿Cómo es ese alfa? - habló el mayor, mirándolo fijamente; era de saber que no le había contado nada de él.
- Esperaba que preguntaras eso. Pues, por lo que conozco es alguien atento, amable; bueno, sinceramente es alguien muy guapo, es fuerte, gracioso y un poco mayor, pero en los demás está bien. -
- ¿Mayor? ¿Cuántos años tiene? - habló Sanemi con curiosidad. ¿Acaso era un cuarentón? Imposible...
- Bueno, él tiene 22. - habló Genya algo tímido; sabía que era mayor, pero no para tanto.
- ¿22? Genya, tú tienes 16 ¿En qué piensas? - Si bien quería que mi hermano pequeño encontrara amor y hiciera una familia, tampoco quería que lo hiciera con alguien tan mayor.
- Ya lo sé... Pero es alguien muy bueno y en verdad siento que hice una buena conexión con él. -
- Puff, lo que tú digas, pero te hace algo y le cortó la cabeza. - Al comentario de este Genya solo río como un niño pequeño, algo que hizo que Sanemi se alegrara y soltara una pequeña sonrisa mientras pensaba que si ese alfa le llegaba hacer daño lo mataría con sus propias manos.
- Hoy he quedado en una cita con él y le quiero agradecer por los regalos que me dió - habló el Omega mientras venía la comida que habían pedido.
- ¿Regalos? Yo solo he visto el peluche -
- Oh, el ramo de flores también era de él, pero la señorita Kanroji me hizo el favor de cubrirme. -
- ¡Yo sabía que era una vil mentira! Par de mentirosos idiotas. -
Así pasaron la tarde yendo a por cosas, comprando el regalo y pasando una tarde de hermanos. Algo que Genya había pedido a gritos todo el tiempo y por fin se le cumplió. Estaba tan feliz, ahora no podía pedir más. Tenía una buena relación con su hermano mayor, amigos y un alfa bueno. Era todo lo que quería. Nada podía estropearlo, ¿no?
Pasaron al menos dos meses de que estos salían: Genya hablando con los pilares y su hermano, Muzan con la segunda luna superior, ahora un amigo y confidente. Está todo bien. Genya y Muzan eran felices, esos meses fueron perfectos. Si bien Genya tenía misiones, le acompañaba Muzan y nada más los demonios aparecían, los mataba, haciendo pensar a Genya que fue él, algo que alegraba al alfa, ya que venía la sonrisa del omega, pero Muzan ya lo había pensado; era hora de decirle quién era.Iban pasando en una misión mientras hablaban como siempre, hasta que Muzan decidió interrumpir.
- Genya, te tengo que decir algo, pero por favor no te pongas mal. - habló el alfa, mirando al frente del camino sin poder mirar al Omega a los ojos.
- Claro Kokushibo ¿De qué se trata? - Genya estaba feliz; pensaba que iba a ser una buena noticia, una noticia que le alegraría el día.
- Genya Yo no soy Kokushibo... - habló el Alfa, parándose en seco en pleno camino para ahora mirar al Omega.
- ¿De qué hablas? ¿Ese no es tú nombre? No hay problema, ¿cuál es? - habló Genya aún con su sonrisa. Estaba algo confundida, pero pensaba que era normal.
- Genya, yo soy Muzan Kibutsuji... - habló el más alto para ver cómo la expresión del Omega cambiaba repentinamente... el alfa ya se lo veía venir.
- ¿Qué? ¿De qué hablas? - habló Genya para luego echarse un par de pasos atrás. Era imposible el... Él no podía ser un demonio y encima el rey de ellos; no, no, iba todo tan bien. ¿Por qué le tenía que pasar eso? ¿Por qué ahora? ¿Por qué en este momento?
- Te estoy diciendo que soy Muzan Kibutsuji, el rey de los demonios. - Habló el alfa por última vez para ver cómo Genya se quedaba paralizado, en shock, nervioso, por favor, como para no estarlo. ¿Qué haría? ¿Correr? ¿¡Y si lo mata?! No, no, era imposible ¿Por qué a él? ¿Por qué? Él era su enemigo, ¡su mayor enemigo! ¡El mayor enemigo de todos sus amigos! Y de su hermano...
- Imposible... ¿Es mentira verdad? - Genya estaba apunto de echarse a llorar su mundo se había venido abajo ¿Cómo era eso posible? No, no, no, me niego se repetía en si cabeza intentando encontrar una salía por donde correr.
- Genya te estoy siento tontamente sincero, cálmate. - hablo el alfa mirando le a los ojos al omega mientras ponía sus manos en sus hombros algo que el Omega rechazo y se puso en posición de ataque.
- No atacarias ¿Verdad Genya? - hablo el alfa con su sonrisa.
- ¡Eres Muzan Kibutsuji! ¡El enemigo! - Grito Genya en todo el bosque mientras agarraba su pistola y con la otra mano la espada.
- Seré Muzan, pero también soy del hombre que estás enamorando. -
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1017 words
¡Gracias por leer, ahora sí se viene lo bueno! Estoy intentando hacer la historia corta, pero sin perdemos nada de la trampa.
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En busca de un Omega / Omegaverse/ Muzan x genya
FantasyMuzan, el rey de los demonios, estaba harto de pasar así de solo. Quería saber cómo se sentía tener un Omega a su lado, así que le pidió a alguien que saliera a buscar al Omega perfecto para él. 𝐒𝐡𝐢𝐩: Muzan x Genya ¿𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚? Capaz...