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No sé de dónde chucha el Tanaka conoce a tanta gente weon, estaba llena la caga de casa, hasta me dio miedo entrar. Menos mal que nos pillamos al Sugawara en la entrada porque sino juro que me iba pa mi casita.

— Hasta a mi me sorprendió la cantidad de gente que vino — El Koshi se rió, me tenía agarrada de la mano mientras me guiaba hasta la cocina, las chiquillas iban atrás mío, éramos como un trencito — El pelao se hizo caleta de amigos en la competencia de volei del año pasao.

— Con razón — Dije, la cocina estaba casi vacía — Es muy sociable este weon, todavía me acuerdo cómo nos conocimos — Me reí.

— Cuenta, cuenta — Habló la Yachi mientras se servía un vasito de jugo, sanita ella.

— Íbamos en el mismo jardín — Le pasé un vaso a la Yachi para que me sirviera jugo a mi también — Un niño siempre me molestaba, me tiraba el pelo y me quitaba los juguetes, yo siempre terminaba llorando — La rubia me pasó mi vasito — Un día el pelao me pilló llorando y me preguntó sobré qué me había pasado, entonces yo le dije lo del niño ese — Tomé juguito — Y me van a creer que el Tanaka le fue a pegar a ese niño.

— Tanaka con complejo de héroe — Añadió el Suga.

— Después de eso el Tanaka no se despegaba de mi, el pelao me arrastraba pa todos lados con él — Me reí — Era mi único amigo en el jardín.

— ¡Que bonito igual! — Para la Yachi todo es bonito.

— ¿Qué opinai, Kiyo? — Le preguntó el Sugawara, la Kiyoko andaba muy callada.

— Nada, que fue lindo de parte del Tanaka.

— Con razón me ardía la oreja, puro que me pelan aquí — HABLANDO DEL REY DE ROMA — ¡Kiyoko! Viniste — El pelao se tiró a abrazarla pero la Kiyo no le devolvió el abrazo, pesada.

— Ajá — Esa frialdad me mata.

— Bueno, los chiquillos están en el patio, por si quieren ir con ellos — Nos avisó el Tanakaka.

— Vayamos a saludar — Hablé yo y le di un codazo despacito a la Yachi — Para que saludes a tu novio —Le murmuré en el oído, ganándome un empujón de su parte, todos son tan pesaos conmigo.

Salimos al patio y ahí estaba el círculo de weones junto a otros minos que no cachaba.

— Holi — Saludé, las chiquilla también saludaron y nos pusimos a conversar entre todos.

— ¿No van a presentar a la princesa? — Habló uno loquito medio alto, con un corte de pelo raro.

— Se llama _____, es amiga nuestra — El Suga pasó un brazo por mis hombros.

— ¿Es manager también?

— No, es una amiga nomas, es de otro taller — El Sugawara habla por mi, le agradezco en el fondo porque me cohibí un poquito.

— ¿Amiga? ¿Está soltera entonces? — Al decir eso se ganó un wate por parte de otro loquito, ayuda por favor.

— No seai desubicado, Kuroo weon — Gracias desconocido de lindas cejas.

De reojo miré al Tsukishima, que andaba con cara de poto, como siempre noma jiji.

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Hasta ahí noma quedó el quedarnos juntitas toda la noche con las chiquillas, porque no sé en dónde chucha están. Ni siquiera me di cuenta cuando se fueron, me dejaron sola con estos weones en el patio, el Suga tampoco estaba y yo quería puro ir a mear, pero no sabía en donde estaba el baño.

miope ⋆ tsukishima keiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora