2⋆0

447 52 4
                                    

Qué chucha pasó ayer weon.

Amanecí con un dolor de cabeza terrible, me retorcía en la cama y lo peor es que ni siquiera era mi cama, estaba en una casa que no conocía.

— Bizcochito ¿Ya despertaste? — Se trataba de mi gran amiga, Kiyoko Shimizu, quien entraba a la pieza con un vaso de agua y unas pastillas.

— ¿Kiyo? ¿Por qué estoy aquí? — Pregunté mientras me acomodaba para sentarme.

— ¿No te acordai de nada? — Dijo mientras me pasaba una pastilla y el vaso de agua.

— ¿De ayer? Me acuerdo que fui a la junta con el Tsukishima noma, no sé qué habrá pasao ahí — Me tomé la pastilla.

— Qué decirte, amiga — La Kiyo se rió, no entiendo nada.

— ¿Por qué te rei? — Pregunté.

— Nada, nada — Se seguía riendo pero ahora más suave — Esperemos a que llegue la Yachi.

— ¿Tampoco me vas a decir por qué estoy aquí?

— Estabai cura, no creo que quisierai irte a tu casa así — Se sentó al lado mío — Entonces le enviamos un mensaje a tu mami y le dijimos que íbamos a hacer una pijamada.

— Ah, buena ¿Cuando llega la Hito?

— Tiene que estar llegando ya ¿No teni hambre? Te preparo algo para comer — Me ofreció.

— ¿Un pancito?

— ¿Pan con qué?

— Manjar.

La Kiyo es tan linda, me fue a hacer un pancito con manjar y me trajo un vaso con juguito.

— Te amo, Shimizu, cásate conmigo — El pan con manjar es muy rico pero si lo prepara la Kiyoko, es aún más rico.

— Perame, la Yachi me envió un mensaje — Me interrumpió — Está abajo, voy y vuelvo, le voy a abrir.

Me dejó solita mientras me comía mi pancito por lo que me dispuse a analizar la pieza de mi amiga, estaba muy ordenada y limpia, tenía una estética muy Kiyoko, muy linda pieza.

— ¡_____! — La Yachi entró.

— Holi — Ya me había terminado el pan, solo me quedaba juguito.

— ¿Dormiste bien? Supongo que si, porque ayer andabai muy contenta, imposible que durmierai mal así — La rubia se tiró en la cama.

— No entiendo — Dije.

— ¿De verdad no te acordai de nada? — Ahora habló la Kiyo, sentándose con nosotras en la cama.

— No, po ¿Pa qué voi a mentir?

— ¿Ni siquiera de que te comiste con el Tsukishima? — Qué, Yachi de qué chucha estai hablando.

— ¿Ah? Ya po, pónganse serias — Las dos se reían nomas.

— _____, ayer te pillamos en el patio con el Tsukishima — Comentó la Kiyo — Se estaban tragando, literal.

miope ⋆ tsukishima keiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora