Christopher Hale
Estaba sentado en mi despacho, en mi casa fuera de la ciudad, rodeado de montones de papeles de la universidad y exámenes que necesitaban ser calificados. El trabajo nunca terminaba, pero en cierto modo, me resultaba reconfortante. Me permitía mantenerme ocupado y enfocado. Sin embargo, a pesar de mi determinación por centrarme en mis tareas, mis pensamientos seguían desviándose hacia Chloe.
Nunca había sido el tipo de persona que se permitiera distraerse, pero Chloe había cambiado todo eso. Con ella, era diferente. Me encontraba sonriendo sin motivo alguno, pensando en su risa, en su sonrisa y en la manera en que sus ojos brillaban cuando hablaba apasionadamente de algo que le interesaba. Era como si, de repente, el mundo tuviera más color, más vida. Me sorprendía todo lo que ella provocaba en mí, lo fácil que era ser feliz a su lado, algo que no había experimentado en mucho tiempo.
Dejé el bolígrafo sobre la mesa y me recosté en la silla, permitiéndome unos minutos para pensar en ella. La vida con Chloe parecía un sueño del que no quería despertar. Pero sabía que la felicidad rara vez era eterna y, en el fondo, me preocupaba cuánto tiempo duraría esta dicha.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del teléfono. Al mirar la pantalla, vi que era mi madre, Ariadna Hale. Su llamada me sorprendió, ya que no solía llamarme a menos que fuera algo importante. Contesté rápidamente.
—Hola, mamá.
—Christopher, querido. ¿Cómo estás? —La voz de mi madre siempre tenía ese tono autoritario y seguro, propio de alguien que siempre quiere lo mejor para sus hijos.
—Estoy bien, mamá. Solo trabajando, como siempre.
—Ya veo. Bueno, quería decirte que llegaré a Nueva York esta tarde. Pensé que podríamos cenar juntos. Hace tiempo que no te veo.
Su anuncio me tomó por sorpresa. No esperaba que mi madre apareciera de repente en la ciudad, pero no podía negarme. Después de todo, era mi madre y hacía tiempo que no la veía.
—Claro, mamá. Me encantaría verte.
—Perfecto. Ah, y otra cosa, Christopher. ¿Por qué no me dijiste que tenías novia?
Mi corazón dio un vuelco. ¿Cómo se había enterado? Entonces caí en la cuenta: se lo había contado a mi hermana, Adara. Ella debía haberle llevado el chisme.
—Adara... —murmuré, sintiendo una mezcla de irritación y resignación.
—Sí, Adara me lo mencionó. Me sorprendió que no me lo hubieras dicho tú mismo. Quiero conocer a esta joven que ha logrado ablandar el corazón de mi hijo mayor.
—Lo siento, mamá. No había tenido la oportunidad de decírtelo. Chloe es... especial. Quería esperar el momento adecuado para presentártela.
—Bueno, lo sabré esta tarde. Nos vemos pronto, Christopher.
—Nos vemos, mamá.
Colgué el teléfono y suspiré, sintiéndome un poco abrumado. Mi madre siempre había sido una figura imponente en mi vida, alguien que siempre esperaba lo mejor de mí. Y ahora, estaba a punto de conocer a Chloe. No podía evitar sentirme nervioso por la perspectiva, pero al mismo tiempo, sabía que Chloe era fuerte y que enfrentaría cualquier desafío con valentía.
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Arritmia - TOMO 1 (+18)
Teen FictionChloe Mitchell es una chica linda y hermosa quien pronto entrara a la universidad de Columbia para estudiar medicina, en este lugar conocerá muchas personas agradables pero también conocerá a un hombre que será causa de sus arritmias. Una historia l...