Arritmia - TOMO 1 (+18)

Capítulo 25 - Vuelo

Chloe Mitchell

No quería que llegara el fin de semana pues tendría que volver a ver Christopher, sinceramente es duro, nunca me habían rechazado y es que la verdad en las relaciones que he tenido jamás he dado el primer paso pero lo de Christopher fue de imprevisto. Me odio por eso. El viaje es a mediodía, el chofer de Mike nos lleva al aeropuerto, allí nos encontramos con ellos.

— Hola bebe — Tess le da un beso a Mike

— Hola my love —

— Que cursis — dice Christopher

— Hola Chloe — Mike me da un beso en la mejilla y yo lo saludo.

— Hola — me dice Christopher

— Hola — le respondo.

— Bueno, que empiece el viaje, les presento a Martin y a Sebastian, ellos son unos ingenieros que nos van ayudar — Todos los saludamos.

Todos subimos al avión donde la asistente de vuelo nos saluda. Tess y Mike suben primero, Christopher me ve y hace señas para que suba primero.

Es para verte el culo

Jum, pues que vea de lo que se pierde

Subo al Jet y es que solo quedan dos asientos que están juntos, claramente va hacer el mio y el de Christopher.

— Chloe si quieres me siente contigo — me dice Tess ella sabe de mis nervios.

— No te preocupes, traje mis pastillas

— ¿Segura?

— Si, no te preocupes — no quiero separarla de Mike, se ve tan feliz.

— Bueno, igual estoy acá al frente — los puestos quedan al frente de Tess y Mike

El dios griego se sube al jet y se da cuenta que se tiene que sentar al lado mio, pone una cara que no se descifrar no se si le incomoda o que. Solo se sienta, su fragancia inunda mis fosas nasales.

Este vuelo va ser una tortura.

Ya lo creo

Encienden el motor del avión pero cada uno va en su cuento, los amigos de Mike están hablando entre ellos, Mike y Tess parecen dos tortolitos.

Yo cierro los ojos, pero mis manos están tensas y creo que empiezo a respirar mal, el avión va cogiendo altitud, el aire en mis pulmones sale más rápido de lo que entra, estoy nerviosa y ...

Siento una mano posarse en la mía, su agarre es firme, es electrizante, no tengo que abrir los ojos pues ya se de quien. Cuando siento que el avión ya se estabilizó y la asistente de vuelo dice que podemos desabrochar los cinturones, abro los ojos y me encuentro con esos hermosos ojos azules.

— Gracias — Es lo único que puedo decir.

— No hay de que — dice pero no suelta mi mano, así que yo lo hago

— Voy al baño — digo y me levanto.

Necesitaba estar sola, su sola presencia me asfixia, lo odio.

Me lavó las manos y me pasó un poco de agua por las mejillas y el cuello, necesito que me baje la calentura. Me demoro unos cinco minutos y salgo. Cuando llegó Mike y Tess no estaban, y los ingenieros ocupados revisando unos papeles.

Tomo asiento

— ¿Y Mike y Tess? — le pregunto.

— Se fueron a la habitación — Dice sin despegar la mirada de su celular y yo rió — ¿Qué te causa gracia? — me mira.