Capítulo 26 Verdades en la cara

2.9K 181 7
                                    

CAPITULO 26 VERDADES EN LA CARA

Me quedé mirando la escena asombrado. Sabía que el reencuentro entre Renée Swan y Bella no iba a ser fácil debido a las circunstancias... pero no me imaginaba este revés tan duro para Bella. ¿Qué demonios había pasado aquí?

— Lo siento mucho, hija — dijo mi padre —. Voy a intentar hacerla entrar en razón...

Bella observó en silencio cómo se marchaba mi padre tras Renée. Me acerqué a ella muy despacio y la cogí del brazo para que se sentara en una silla de la sala de espera. Me estaba empezando a asustar, no reaccionaba... mucho me temía que estaba en estado de shock...

— Bella... Bella...— parpadeó y me miró como si no me hubiera visto nunca —. ¿Estás bien? — negó con la cabeza.

— Mi... mi madre... ni se ha parado a saludarme...— agachó la cabeza y empezó a sollozar.

— Mi padre hablará con ella, ya verás como entra en razón... es de locos seguir enfadados después de tanto tiempo...

— Me... me siento muy sola, Edward — lloró con los ojos enrojecidos.

La miré preso de una impotencia incontenible...no podía verla así de rota, no podía dejar que siguiera pensando que estaba sola... así que la atraje hacia mí y la abracé. Bella ni se inmutó, o al menos no lo aparentó. Dejé que su cara descansara en la curvatura de mi cuello haciendo que ese increíble aroma a fresas de su pelo me inundara la nariz. Parecía tan delicada entre mis brazos, tan frágil en esos momentos... Y era yo el que la estaba consolando. Pasé las manos por sus brazos hasta llegar a su cintura. Tuve que aguantarme las ganas de gritar cuando Bella me correspondió el abrazo.

— No estás sola — susurré contra el tope de su cabeza —. Estoy contigo... para lo que quieras... sólo pídeme lo que quieras y te lo conseguiré...

— Estás siendo demasiado paciente conmigo, Edward — dijo contra la piel de mi cuello creando una maravillosa sensación.

— Tonterías... lo hago con gusto...

Alguien a nuestras espaldas tosió haciendo que nos separáramos un poco. Era mi padre, y nos estaba mirando con una pequeña sonrisa en el rostro.

— Siento molestar, hijo... Bella, tu madre se ha marchado... vendrá en un rato...— a mi padre se le podía notar la impotencia por la situación.

— ¿Por qué todo se complica de esta manera? — susurró Bella.

— No te preocupes por eso ahora, hija... Tu madre lleva mucho tiempo en esta situación, tu padre está delicado... el simple hecho de pasar horas y horas en este hospital están haciendo que tu madre se consuma poco a poco...tienes que tener paciencia con ella...

— ¿Me estás diciendo que Bella tiene que ser comprensiva? No sabes nada de lo que ha pasado, papá...— espeté.

— Edward... no, por favor...

— Pero es injusto, Bella... tú has sufrido como nadie con todo lo que está pasando...

— Lo sé, pero ahora no puedo concentrarme en mi dolor, Edward... no ahora cuando mi padre está grave... si mi madre no quiere mirarme que no lo haga... yo no puedo hacer otra cosa...— se levantó deshaciendo nuestro abrazo —. ¿Puedo entrar a ver a mi padre, Doctor Cullen?

Mi padre asintió mientras le pasaba un brazo por los hombros a Bella y la acompañaba de vuelta a la UCI. ¿Qué le pasaba a Renée? Podía llegar a entender que pudiera estar molesta y dolida con lo de Bella, aunque ella no tuviera nada que ver... pero, Dios santo... habían pasado cinco años, cinco largos y malditos años en los que no habían sabido nada de su hija. Joder, eso no estaba bien. Y también podía entender que no estuviera pasando uno de sus mejores momentos, su marido estaba en estado grave y era normal que no tuviera ganas de nada... pero, ¿ignorar así a una hija? Sintiéndolo mucho, Renneé se estaba ganando mi antipatía a cada minuto que pasaba...

Destinos Encontrados (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora