Capítulo 36 Volviendo a mi Vida

2.8K 161 8
                                    

CAPÍTULO 36 VOLVIENDO A MI VIDA

— ¿Así que te marchas mañana? — me preguntó mi madre con cara de pena —. Tenía la esperanza de que te quedaras unos días más...

Suspiré y cerré por unos segundos los ojos; no había dormido bien. Mis sueños estuvieron plagados de imágenes horrendas en las que se mezclaban imágenes del entierro de mi padre, recuerdos del instituto... y lo que me parecía más extraño y cruel, recuerdos de la noche de mi aborto. Fueron unas pesadillas horribles, de hecho, en más de una ocasión desperté a Edward por las sacudidas de mi cuerpo. Necesitaba recuperar mi vida, necesitaba llegar a mi casa y descansar sin sentir esta opresión en el pecho por estar aquí.

Miré a mi madre. Me daba una pena horrible dejarla aquí sola...

— Puedes venir conmigo unos días... Mi casa es grande, no tendríamos problemas de espacio. Podrías descansar en la playa y...— mi madre negó.

— No, hija... Primero, necesito estar aquí y asimilar todo lo que ha pasado...y segundo, no quiero interferir en tu relación con Edward —. me sonrió tiernamente — Ese chico se desvive por ti...

— Ya...— mi madre frunció el ceño.

— ¿Qué ocurre?

— Estoy a gusto con él, quiero intentarlo... pero siento que las cosas en Miami no van a ser iguales que aquí...— suspiré.

— Pero vais a intentarlo... ¿no?

— Sí... debo de ser una idiota masoquista por querer estar con él — me encogí de hombros —. Después de lo que hizo... no sé cómo todavía siento ganas de estar con él. El sentimiento es más fuerte que yo — mi madre me cogió de las manos y me agarró con fuerza.

— Deberías de habernos contado a tu padre y a mí lo que pasaba en el instituto, Bella... No... no me imaginaba ni por asomo lo que estaba pasando, yo...

— Schhhh... no vamos a volver a eso, mamá...

— Pero esos chicos... tus compañeros...— bufó enfadada —. Tuvieron muy poca vergüenza de ir al funeral de papá... Pandilla de hijos de...

— Mamá... no pasa nada... Ahora soy una chica fuerte, pude con ellos — volvió a sonreír.

— En serio, hija... me da pena que te vayas. Apenas te acabo de recuperar y ya te estás marchando... Al menos prométeme que vendrás a verme de vez en cuando...

— Claro que si, mamá — le di un beso en la mejilla —. Me voy a ir... tengo que recoger lo poco que he traído, además tenemos que estar mañana a las ocho de la mañana en el aeropuerto de Seattle — me levanté y fui hasta la puerta seguida de mi madre.

— Mañana pasaros antes de iros, por favor... quiero despedirme de nuevo de vosotros...— asentí mientras me metía en el coche.

— Por supuesto, mamá... aquí estaremos...

Me despedí de mi madre con la mano y puse rumbo a la casa de los Cullen. Edward se había quedado con su padre hablando de las posibilidades que tenían él y los chicos de empezar a ejercer su carrera de derecho en Miami. Carlisle estaba empeñado en aportar capital para abrir un pequeño bufete, pero Edward no quería... en el fondo era un orgulloso.

Lo que le había dicho a mi madre era totalmente cierto. Estaba a gusto al lado de Edward y no me importaba nada intentar estar con él, tener algo más... serio. Más formal. Reconozco que me sentía un poco culpable. Sí... culpable... Me agarré a Edward como un clavo ardiendo en momentos demasiado duros y dolorosos para mí. Quizás le usé para evadirme de mi dolor y de mi rabia... Lo que no sabía era que al momento de unir nuestros labios y nuestros cuerpos ese sentimiento que creció en mi hacía ya tanto tiempo volvería incluso con más fuerza que antes. Volvía a sentir ese nudo en el estómago cada vez que Edward me sonreía, cada vez que me besaba...Y a estas alturas no sabía si eso era bueno o malo. Lo que hizo conmigo no tiene nombre. Creo que eso no lo podría olvidar jamás, la humillación a la que me sometió siempre me quedaría en mi corazón. No podría borrarlo, pero podría arrinconarlo. Y luego estaba el tema de mi aborto. Ya no lo podía culpar a él, porque nadie había tenido la culpa de lo que pasó. Hubiera pasado igual si Edward o mis padres hubieran estado conmigo... Saber ese punto aligeraba en cierta parte la carga que sentía en mi corazón.

Destinos Encontrados (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora