Destinos Encontrados (Finalizada)

Capítulo 37 Lo que dicta el Corazón

CAPÍTULO 37 LO QUE DICTA EL CORAZÓN

No me podía creer que Emmett le hubiera contado toda la verdad a Rose. Eso decía mucho de él; después de muchos años de inmadurez y viviendo a costa de las bromas a los demás, mi amigo había hecho un alarde de valentía y había contado sus miserias más oscuras. Aunque no sabía si había sido para bien. Rose le había dejado, totalmente depresivo... hundido... Viendo el estado en el que se encontraba mi amigo podía deducir lo enamorado que estaba de esa chica.

Le miré a los ojos y volví a apoyar mi mano en su hombro.

- No sé qué decirte, tío... has sido muy valiente - Emmett asintió aún con la cara entre las manos.

- Ser valiente no me ha servido de nada, Edward...

- También pudiste elegir no decirle nada - levantó la cara y me miró con los ojos muy abiertos.

- No podría con ello, Edward. En pocos días me iba a vivir con ella, no podía hacerla vivir en una mentira... ¡Bella es su amiga! Necesitaba que supiera la clase de persona que fui hace tiempo atrás... y como era de esperar huyó de mi horrorizada... Me dijo que era un monstruo, Edward - negó con la cabeza -. Que no quería volver a verme, que no la llamara porque no me iba a contestar, que me olvidara de ella... ¿Crees que puedo hacer eso?

Pensé en las palabras de mi amigo. ¿Podría yo aguantar que Bella se alejara de mi? ¿Podría aguantar sin oír su voz? ¿Sin ver de cerca esos ojos? No, no podría. Entendía a Emmett, la empatía que sentía hacia él estaba haciendo que ahora mismo me doliera el corazón. No, joder... no podría soportar eso...

- Tienes que recuperarla - dije con convicción. Emmett se rio sin ganas.

- Créeme, lo he intentado todo... Incluso he hablado con sus padres, pero no he sacado nada en claro. Me odia... y no sé cómo remediarlo...

Me había quedado sin palabras. ¿Qué podía decirle a Emmett para que se animara? Nada, lo único que lo devolvería a la vida sería volver a estar con Rose, pero... ¿cómo podríamos conseguir eso?

Vi a Bella mientras se dirigía de nuevo a nuestra mesa. Su cara me asustó, estaba un poco pálida y venía con el gesto contrariado.

- ¿Qué ocurre? - me levanté y la ayudé a sentarse -. ¿Es el azúcar? ¿Te encuentras mal? - Bella sonrió a medias.

- No, creo que mi azúcar está estable - murmuró.

- ¿Azúcar? - preguntó Emmett -. ¿Problemas de salud, Bella? - asintió.

- Estoy al borde de la diabetes - Emmett abrió mucho los ojos -. Nada que no se solucione con un par de pastillas al día...

- ¿Entonces qué te pasa? ¿Por qué traes esa cara? - dije angustiado.

- Rose está muy enfadada - Emmett se hundió más en su silla -. Conmigo... está enfadada conmigo...- Emmett y yo la miramos confundida -. Me echa en cara no haberle dicho antes la... clase de persona que fue Emmett...- mi amigo negó con la cabeza.

- Mierda, mierda... joder, Bella... lo siento... No pensé que Rose se podía volver contra ti, no tendría sentido... No sé qué coño me pasa, lo único que hago es cagarla una y otra vez...

Bella me miró mortificada mientras Emmett se derrumbaba de nuevo; estaba claro que mi amigo no le caía bien y no era para menos... pero sólo Bella podría sentir compasión por la persona que arruinó su adolescencia. Se mojó los labios con la lengua antes de hablar.

- Todo tiene solución... menos la muerte - el aludido la miró con un gesto de total pena en la cara.

- Pues entonces has dado en el clavo... estoy muerto por dentro, Bella - Bella suspiró.