𝐱𝐢𝐯. vudu doll

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xiv

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xiv. capítulo catorce
muñeca vudú

maratón 2/3

En tierra firme, de regreso en la mansión de los LaBouff, Charlotte tocaba con desesperación la puerta de la casa en dónde se supone que los herederos de Maldonia se hospedaban.

──¿¡Hola!? ──grita la rubia desde el otro lado de la puerta──. ¡No es que quiera apresurarlos, pero no querrán llegar tarde a su propia boda!

──Solo... Solo estamos revisando que todo esté preparado. ──responde Lawrence pegado a la puerta.

──¡Se supone que no se deberían de ver antes de la boda! ──chilla Charlotte volviendo a tocar la puerta──. ¡Trae mala suerte!

──E-en Maldonia es diferente, señorita Charlotte.

Lawrence observó por el cerrojo de la puerta como la rubia asiente con una sonrisa más tranquila.

──De acuerdo, entonces los estaremos esperando en el auto. ──anuncia LaBouff──. ¡Papi, enciende el auto!

Se escuchó el motor del transporte.

──Esto es malo. ──murmura Lawrence con las piernas temblorosas──. Cielos, estoy arruinado. ¡Arruinado!

La imitación de Lucille se encontraba parada a un lado de la chimenea del lugar, vistiendo un hermoso vestido blanco mientras miraba a la nada. El doctor Facilier daba vueltas por la habitación murmurando cosas que el mayor no lograba descifrar. Paró de golpe ante las palabras de Lawrence.

──No, Larry. ¡Yo soy el que está arruinado! ──su sombra temblaba detrás de él──. Si no conseguimos la sangre de ese sapo-

Sus palabras quedaron al aire cuando las chispas del fuego de la chimenea brincaron. De esta emergieron tres escalofriantes sombras, la tercera traía consigo al sapo mencionado, quien intentaba liberarse del agarre.

La sombra que lo tenía preso lanzó a Naveen hacia las manos del hombre sombra. Este se quitó el sombrero hacia los seres.

──¡Estamos de vuelta en el juego!

──¡Quítame las manos de encima! ──reclama Naveen. Sus ojos van hacia la rubia. ¿También la habían secuestrado? ¿Por qué no hacia nada?──. ¡Lucille! ¡Lucille, ayúdame! ¡Lu-Lawrence!

──Ahora quédese quieto, su eminencia.

[ . . . ]

Cuando el ferri llegó al muelle las personas bajaron emocionadas de este, al igual que ansiosas por ver los hermosos carros alegóricos, lo cuales se encontraban a unos cuantos metros de ellos.

Lucille se vió arrastrada por la multitud que baja mbs la rampa del barco. Louis estaba atrás de ella, por lo que solamente necesitaba buscar a Tiana y a Raymond.

YES TO HEAVEN                                                      prince naveenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora