𝐱𝐯𝐢. perfect life

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xvi

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xvi. capítulo dieciséis
vida perfecta

Antes de que alguno de los dos pudiera hacer algo el doctor Facilier sopló una clase de polvo morado frente a ellos, envolviendolos en una nube bastante densa.

Naveen sintió como si su cabeza diera vueltas sin control. Soltó un quejido colocando ambas manos a los costados de su cabeza queriendo quitarse esas horribles ganas de vomitar que llegaron de repente.

Sonrió para si mismo cuando ya no sintió esa sustancia pegajosa en la palma de sus manos. Aquellas parad verdes habían sido reemplazados por sus manos humanas, tocó su rostro y su cuerpo, saltando de alegría al ver que había regresado a su forma humana.

Pero pronto aquella emoción desapareció al darse cuenta que se encontraba nuevamente en Maldonia, en alguno de los muchos pasillos del enorme palacio.

Volteó a sus espaldas al escuchar un par de risas detrás de él. Dos niños estaban asomados detrás de uno de los pilares del lugar.

──¿Hola? ──habla acercándose a ellos. Nunca antes los había visto.

──¡Corre, ya nos vió! ──grita uno de ellos empujando al otro.

Los dos comienzan a correr en dirección contraria a él.

──¡Oigan, esperen! ──grita Naveen corriendo detrás de ellos.

Al dar la vuelta en dónde los infantes habían corrido, estos desaparecieron de la nada. Naveen los supo gracias al polvo dorado que flotaba en el aire.

Lo quitó de su camino con ayuda de su mano, cerrando los ojos para que este polvillo no entrara a estos.

Al abrirlos reconoció de inmediato en dónde estaba. Justo frente a la puerta de su habitación.

Una pequeña figura se hizo notar a un lado suyo, tocando la puerta de su habitación con los nudillos.

Reconocería esa rubia cabellera s kilómetros.

La pequeña Lucille abrió la puerta y se subió de un brinco a su cama, en donde una versión pequeña de él jugaba con figuras de madera.

Naveen abrió más la puerta y de un momento a otro los dos se encontraban sentados en el borde de su cama, ya más grandes.

Desde la ventana se podía ver el jardín con una capa de blanco, mientras la nieve caía de las nubes que cubrían el cielo.

Naveen cerró sus ojos y apretó las manos con fuerza, teniendo una idea de en qué día estaban.

──¿Hiciste qué? ──pregunta Lucille volteando a ver a su versión más joven.

──Nunca fue mi intención hacerlo. ──habla él negando con la cabeza──. Ella solo se acercó y...

YES TO HEAVEN                                                      prince naveenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora