Capítulo 26

2 0 0
                                    

Disfruta del proceso 


—¡MAMÁ! ¡ARES NO PARA DE TIRAR MIS JUGUETES! —grita corriendo hacía mí. 

—Cariño, ¿le has invitado a jugar contigo? —pregunto mientras termino de recoger el último plato de la mesa.

—Mmm... no. —responde inocentemente.

—Entonces invitale, a jugar los dos juntos, a ver que te dice. —digo mientras Alana asiente y corre hacía el jardín nuevamente.

—Menudos bichos hemos criado. —dice el hombre de la casa apareciendo en la cocina.

—No hables así de tus hijos. —digo y le pego un ligero golpe con el trapo en el brazo.

—Ouch, menuda fuerza tienes desde que eres mamá por segunda vez. —añade mientras finge tener dolor en la zona golpeada.

Ruedo los ojos ante su comentario y dejo el trapo en su cajón. 

—¿Qué te parece si acompañas a tu mujer a la firma de esta tarde? —pregunto acercándome a él peligrosamente.

—¿Conseguiré algo a cambio? —pregunta picarón.

—Es posible... —contesto pensando en su oferta. 

—En ese caso, es posible que acompañe al amor de mi vida. —dice con entonación cursi, lo cual nos hace reír al unison. 

Rozo mis labios contra los suyos tentando y empezando un juego que ambos sabemos cómo termina. Rodea mi cintura entre sus brazos acercándome más a su cuerpo, lo que provoca una sonrisa en mi rostro y en el suyo.

—Te amo. —susurra antes de besarme dulcemente. 

—Yo te amo mucho más. —contesto volviendo a besarlo. 

De repente, escuchamos algo caer al suelo y romperse, lo que hace que ambos nos separemos al sentirlo. Suponiendo que proviene del jardín que es donde están Alana y Ares, decido por ir a ver qué ha pasado, lo que provoca una gran queja por parte de Brix.

—¡MAMAAAAAAAAAAAA! —gritan, Alana y Ares, desde el jardín.

—¡Estoy yendo! —grito de camino.

—¡Recuerdame que no volvamos a terminar los juegos esos que tanto te gusta empezar! —grita Brix aún en la cocina. —¡Luego mira lo que pasa, creamos bichitos! —añade de forma graciosa.

Niego con la cabeza sutilmente mientras una sonrisa se dibuja en mi rostro, nuevamente. Últimamente mis días se basan en eso, sonreir, cuidar, trabajar y quererlos hasta reventar.

... 

Horas después...

....

Me coloco bien el micrófono y salgo al pequeño escenario. 

—¡Buenas tardes a todas y todos! —saludo con una amplia y sincera sonrisa.

Observo cada uno de los invitados, de los clientes y de mi familia aplaudiendo mi recibimiento, allí abajo sentados, mirándome y esperando con ansias mi conferencia literaria. Fijo mi vista en Brix, el hombre que ha estado en las buenas y en las malas, el hombre que me ha acompañado a hacer realidad mi sueño de escritora, el hombre que ahora es el padre de mis hijos. Sonrío a mis hijos sentados, uno a cada lado de su papá, a mis padres, que me han ayudado en todo lo que he necesitado y siempre, siempre han estado ahí y a mis hermanos con sus respectivas familias, que siempre me han apoyado en todos mis proyectos. 

—Bien, comencemos... "Sueños Escritos" iba a ser una novela juvenil romántica basada en mis fantasías, mis experiencias y mis deseos con el amor. Al final... terminó siendo mi vida escrita en más de doscientas páginas, ¿la de vueltas que da la vida, cierto? Tantas que incluso me dió una segunda oportunidad... —explico con cierto humor entre mis palabras. 

La resta del discurso fue extremadamente bien. Expliqué el proceso de cómo se creó mi novela y respondí varias preguntas de los mismos asistentes. Una de las más frecuentes era si había utilizado mi vivencia actual para escribirla, casi toda la audiencia quería saber de ello. Mi respuesta fue abierta, al leer una novela eres tú quien decide cómo imaginar los hechos, los detalles, los personajes... si alguien te dice cómo son en realidad y te muestran una foto, deja de tomar tu propio sentido de la imaginación y se vuelve una película. Es obvio que algo tiene de realista, es lógico que me he basado en mis experiencias vividas anteriormente y que algunos que otros detalles se saben que son hechos reales, pero muchos otros no. Pienso y confío plenamente en mi poder de creatividad, descubierto en mi profesión artística, y éste me ha ayudado a poder formar y vincular muchos de los capítulos. 

Hace años me prometí llegar lejos con la escritura y poder sacar, mínimo, un libro mío. Poder terminarlo y entregarlo en editoriales, para poder probar suertes, si a alguna de éstas les gustaba y lo sacaban al mercado. Tiempo después me encuentro ganándome la vida con ello. Pasando mis mañanas trabajando en literatura y en ideas que pueda añadir a mi próxima creación. Cuidando a la vez de mis pequeños bichitos y mi hombre. Obteniendo el apoyo fundamente de ellos, de mi familia. 

A lo que quiero llegar con todo esto, es que literalmente nada es imposible. Todos los sueños tienen sus dificultades, nadie dice que sea fácil ni lo es, pero puede ser posible. Todo depende de tus ganas, es decir, de tí. Cuando era pequeña siempre escribía, de hecho en un trabajo de segundo o tercero de secundaria, saqué un 10 acompañado de una nota de la maestra;

"Está increíble, vales para ello." 

Se me quedó marcado ese mensaje. El trabajo consistía en una pequeña novela de dos páginas como máximo, bueno, yo hice varias más. Y lo intenté hacer lo mejor posible, aunque no sabía si iba a aceptar que fuera tan extenso a comparación del límite que marcó. Y lo hizo. Aceptó mi trabajo y tuve mi esperado y deseado resultado. 

Por eso mismo, los límites son importantes al igual que los requisitos que te puedan establecer y, en ámbito profesional, debes cumplirlos a rajatabla. No es lo mismo un trabajo del instituto que un trabajo laboral, pero lo quiero tomar como ejemplo para explicarme; Si no hubiese extendido y hecho el trabajo a mi manera y con tanto esfuerzo, quizás no hubiese obtenido la misma puntuación o ni siquiera el apoyo de la profesora. Y quizás, no me hubiese empujado a, en un futuro, querer ejercer de ello. 

Igual que me dieron un mensaje a mí, yo quiero darte uno a ti. 

Si tienes un sueño claro y, solo de imaginarte en éste, te crea felicidad. Ves a por ello. No tires la toalla sin intentarlo, nunca. Yo sé que puedes y yo sé que todo es posible siempre que haya EDC:

Esfuerzo. Dedicación. Constancia. 

EDC me lo he inventado yo misma, ya que siempre decía que detrás de estas tres claves, se encuentra el éxito. A veces hay que rebuscar más de lo esperado, a veces hay que rascar un poquito más que otras personas, incluso a veces hay que buscar diferentes caminos para poder llegar a él. Pero el éxito sigue ahí esperando encontrarte. Solo tienes que ir en busca de él. 

Si no sabes como hacerlo, como comenzar, pide ayuda en ello, entérate de qué necesitas o qué debes saber y hazlo. Hazlo lo mejor que sepas y hazlo porque tú quieres. Es posible fallar, al final los fallos son parte del proceso y no siempre sale todo a la primera, sino sería demasiado fácil y aburrido. Y no queremos eso. Queremos sentirnos orgullosos de lo logrado por nuestra persona, queremos saber nuestros límites, queremos saber decir que sí y decir que no, queremos equivocarnos para que a la próxima seamos mejores... los errores son aprendizaje, no pienses que son fracaso porque para nada. Fracaso es quedarse en casa sin luchar por tus sueños, y aquí nadie ejerce ese papel. 

Te animo a perseguir tu camino, con todas sus piedras incluidas y sus baches. Disfruta del proceso y, sobre todo, DISFRÚTALO.  


Sueños EscritosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora