Por enamorarme de una streamer

Capítulo 7 | El mamabicho hacker

Alondra.

Entré en total frustración con ese solo mensaje.

¿Quién era este tipo? ¿Con qué derecho venía a interrumpir mi trabajo? ¿Por qué lo hacía? ¿Qué le hice algo acaso?

Definitivamente no pude volver a prender con un stream nuevo, simplemente todo explotaba, y no se trataba de la plataforma de Twitch, era más que todo mi internet el problema, pero al mismo tiempo no.

Esto es ridículo.

— Gente, en serio me siento mal por no haberles terminado el stream, pero mi internet explotó. — expliqué en la historia que grababa. — Espero solucionar esto pronto y traerles el contenido que merecen, una vez más perdón.

Terminé de grabar para subir el vídeo a Instagram, suspiré y dejé el teléfono de lado.

— Sé que estás enojada, ¿pero me explicas qué carajos pasó?— comentó Rai.

— No sé, esto viene desde el meet and greet, un tipo me dio una nota rara que dice algo parecido al mensaje que me envió ese perfil.

— ¿Y no te pareció raro desde el principio?

— Sí, incluso con Alex nos asustamos porque el tipo me tocó y todo. — Rai frunció el ceño. — Pero creímos que pudo ser una broma. Pasaron los días y no pasó nada, hasta hoy.

— Esto no parece una broma, más bien es una amenaza ya, Alondra.

— No sé qué hacer.

Me quité los espejuelos para poner los dedos en el puente de mi nariz.

— Siempre que todo va bien pasa algo. — dije pasando una mano por mi rostro. — Me enoja demasiado esto.

Una mano en mi rodilla me hizo alzar la vista, Rai me dio media sonrisa.

— Es normal que te frustres, con lo poco que hemos convivido me he dado cuenta de lo mucho que te esfuerzas en darle contenido a tu comunidad.

Le dio un apretón a mi rodilla dándome confort, su tacto no me desagradaba, al contrario, es muy cálido.

— Sé que esto se va a solucionar, solo es de esforzarse para dar con ese tipo, tal vez es un hacker o qué sé yo.

— Supongo que sí lo es.

— Hay que ver opciones. — murmuró.

Su mano subió y atrapó la mía para acariciar con el pulgar, la miré y tragué grueso viendo sus ojos cafés con un brillo que me cautivó.

Ella no me veía con pena o lástima, Rai estaba mirándome cómo si sintiera admiración por mí, ¿era eso posible o solo estoy alucinando?

— Si me permites, yo te apoyaré en lo que quieras, ¿de acuerdo?

— ¿Por qué harías eso?— titubeé. — Y no lo pregunto por joder, pregunto porque de verdad quiero saber.

Ella ladeó la cabeza pensativa, sin quitar su mano de la mía.

— No sé, me parece muy loco que nos hayamos conocido de la forma que ya sabes y bueno, ahora estemos trabajando juntas en esto. — soltó una risita. — Sin embargo, gracias a eso cambié mi opinión sobre ti y es bueno, porque creo que por eso tenemos una amistad.

— ¿Somos íntimas ahora?— bromeé, ella rodó los ojos.

— Ya no, por tu bromita.

Intentó alejarse, pero jale su mano logrando que se incline y quedemos cerca de la una a la otra, nuestros ojos se conectaron.