Por enamorarme de una streamer

Capítulo 10 | En tus sueños

Rai.

Estaba encabronada.

Tenía los gajos del chocho hinchados, lo peor de todo es que no podía hacer mucho porque por estúpida me gané el enojo, es que de verdad me tenía que ahorcar, darme contra la pared o algo.

Resulta que Val estaba insistiendo en buscarme hace días, obviamente la he ignorado, más cuando tengo un mierdero en la cabeza luego de haber besado a Alondra.

Esa es otra que la quiero matar.

El punto es que Val no se rindió y pasó por mí a la academia, ella quería hablar conmigo, para quitarmela de encima acepté, pero justo en ese momento aparecieron unas fans y estaba distraída pensando si buscar a Alondra, pero mi orgullo es más grande.

Por andar en una nube, no escuché cuando Val dijo que ella y yo somos novias. ¡Ahora todo mundo piensa que estoy con ella! Bueno, al menos lo que siguen a Valky.

Ahora íbamos en el coche, le exigí que me trajera a mi casa, pero obviamente estoy enojada y cuando por fin llegamos supe que era hora de explotar.

— ¿Por qué dijiste esa mentira?— le pregunté, ella sonrió. — No te rías que estoy hablando en serio.

— Porque se puede hacer una realidad.

Intentó tomar mi mano, la alejé de golpe viéndola con mala cara.

— No tenías el derecho de decir eso, ahora todo mundo piensa que estoy contigo cuando no es así.

— Mejor, ¿no?— contestó riendo.

— ¡No le veo la puta gracia!— exclamé, Val se enserió. — Tú solo vienes y dices que estamos juntas cuando nada que ver porque tenías otra relación.

— Rai.

— Cállate. — la apunté con el dedo. — Te mandé al carajo por tu mentira y por tenerme de cacho y ahora haces esto. ¡¿Qué mierda contigo, Val?!

Ella me observó en silencio, suspiró para recostar la espalda en la puerta del coche.

— Fue un impulso, no te enojes. — pidió con semblante culpable. — Lo dije porque tal vez así me perdonabas.

Solté una risa irónica al escuchar la estupidez que soltó.

— Rai, déjame explicarte cómo pasó todo, por favor.

Me crucé de brazos y miré el teléfono que tenía en las piernas, llené de aire mis pulmones.

— Tienes cinco minutos.

— Eso es muy poquito. — se quejó.

— Arranca. — dije chasqueando los dedos, ella resopló.

— Ya, está bien. — replicó. — Es verdad, todavía estaba en una relación, conocí a Emily hace cuatro años y bueno, todo iba bien hasta que ella se fue de Puerto Rico para trabajar en España.

Fruncí el ceño.

— Me dijiste que tus papás eran de allá.

— Lo son, pero bueno, ven a Emily de vez en cuando.

Llevé los dedos al puente de mi nariz, en qué me metí Dios mío.

— Emily y yo intentamos de todo para sostener la relación, nos visitabamos y todo, pero los tiempos de ambas ya no estaban conectando y vernos era más difícil, la relación se enfrió y hasta perdimos comunicación.

Observé la hora y faltaban dos minutos.

— Luego apareciste tú, te juro que desde que te vi en el meet and greet me gustaste un montón, después chocamos por Alondra y bueno, lo mío con Emily iba mal y con lo que estaba viviendo contigo era obvio que íbamos a terminar.