Capítulo 11 | Borracha y bellaca

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Alondra.

Horas atrás.

No entiendo cómo es que en pocos días de diferencia la casa de abuelondra ha estado llena de gente.

Mi batería social en este punto estaba por el piso.

Hoy era el cumpleaños de mi papá y es obvio que decidió tirar la casa por la ventana, estaban sus amigos, familia que bueno, no es de que nos llevemos al máximo, pero existe el lazo de la sangre entre nosotros. Él se veía feliz y eso me hacía feliz, aunque mi compañía fuera una basura el día de hoy.

Creo que desde hace una semana estoy tan hecha mierda que no sirvo ni para hacer reír a alguien con mis desgracias.

Acomodé el gorro de cumpleaños en mi cabeza y mis primos estaban cómo bestias jugando juegos de mesa, en la mesa que estaba justamente, en dónde quería estar solitaria y en depresión, quizás.

Al menos me estaba riendo de ellos por perder plata –eran hojas de las macetas de abuelondra– ellos iban a quedar en la pobreza.

— ¡Paguenme!

Todos se quejaron otra vez haciéndome reír, saqué mi teléfono al sentirlo vibrar en mi bolsillo.

Eran dos mensajes de diferentes personas.

Alex.
En línea.

Voy en camino. 5:55 pm. ✓✓

Le compré algo a tu papá. 5:56 pm.

Si nos echa cómo ratas no vuelvo a tu casa, miedo. 5:56 pm. ✓✓

Eres una drama queen. 5:58 pm. ✓✓

Period. 5:59 pm. ✓✓

Solté una risita, verifique el otro mensaje e hice una mueca, era Valky.

Val.
En línea.

Reina, ¿cómo estás? 5:48 pm. ✓✓

Tengo tiempo sin saber de ti. 5:48 pm. ✓✓

La dejé en visto, no tenía ganas de responderle, no sabía porqué, pero no quería saber de ella.

«Hazte la pendeja» ignoré la vocecita de mi cabeza.

Esta semana Val ha estado escribiendome, le respondí una sola vez, pero después de lo sucedido con Rai no sentía correcto responderle, no sabía si era eso u otra cosa.

Eché la espalda en la silla soltando un suspiro y me crucé de brazos viendo a mis primos corretearse ahora, estaba aburrida. Es decir, mi vida tampoco es muy activa en este momento, toda actividad eran los streams y desde que dejé de hacerlos por el mamabicho hacker, no siento que haga algo de provecho.

¿Tendré qué ir buscando empleo? ¿Se acabó mi sueño de streamer? Que mierda de verdad.

Revisé mi celular y fui hasta WhatsApp, me metí a archivados y solté un suspiro al ver su contacto ahí más su foto de perfil.

¿Qué estará haciendo Rai? ¿Si le escribo me responde? No lo creo, su novia ha de ser más importante que yo, además de que yo la mandé al carajo, ¿no?

— ¡Cristian!

Salí de mis cavilaciones al oír ese nombre, giré la vista para encontrarme a papá dándole un abrazo a Cristian, este venía con una caja de regalo bajo el brazo.

Él le dio unas palmadas en la espalda con una sonrisa, mamá también se había acercado a saludarlo.

Cada vez que veía estos momentos, me preguntaba qué pasaría si Cristian fuera mi novio, supongo que todos amarían la idea, Alondra con novio por fin, pero mi mente también llegaba a pensar en Rai y sabía que si esa situación pasara, sería un desastre.

Por enamorarme de una streamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora