Por enamorarme de una streamer

Capítulo 21 | Un date

Alondra.

Haberme ido sin Rai no me gustó, pero no tenía opción, en parte lo que ella me dijo tenía razón, no podía quedar mal con la gente de Twitch.

Aún no puedo creer que Cristian haya cometido el error de los gafetes, ¿qué carajos le pasó? Él no es así, pero ahora no sé qué está pasando.

El hecho de que haya pasado a la habitación de golpe y nos viera a Rai y a mí era un problema, confiaba en él para quedarse callado, pero Cristian está teniendo actitudes raras.

Con Alex caminábamos por la recepción en dónde iban muchos creadores de contenido, Cristian se separó de nosotros para ir no sé dónde.

Tenía el pendiente de hablar con él.

Trataba de no ponerle tanta mente a eso para conocer un poco a los creadores, más estadounidenses que latinos, obvio. Era muy loco lo mucho que veía acá, videojuegos, gente grabando vlogs, personas mostrando marcas de varios streamers.

Nos hemos topado con varios creadores que son amigables, tuve que sacar mi poco don del inglés para llevar una conversación con ellos.

Alex por su parte, bueno, es Alex, no hay que pedirle tanto al niño.

Estábamos sentados en un sofá para relajar los pies, Alex veía su teléfono con poca batería social ya, además de que teníamos hambre.

Por mi lado respondía mensajes de cierta rizada, tenía ganas de salir con ella después de irme de aquí, pero quería que fuera una salida especial para hacerla olvidar el mal rato que pasó por mi manager.

Rai✨
En línea.

Me pedí algo de comer y estoy viendo una película. ¿Comiste ya? 2:30 pm. ✓✓

Te extraño. 2:31 pm. ✓✓

Yo también y todavía no. 2:31 pm. ✓✓

¿Será muy tarde para salir? 2:32 pm. ✓✓

Es de día aún, ¿tardarás mucho? 2:32 pm. ✓✓

¿Te pido algo? Solo avísame cuando vengas de camino. 2:33 pm. ✓✓

Sí, por favor, por cierto quiero que tengamos un date hoy. 2:33 pm. ✓✓

¿Un date? ¿Qué tipo de date? 2:34 pm. ✓✓

Un super date, ¿quieres? 2:34 pm. ✓✓

Contigo dónde sea. 2:35 pm. ✓✓

Apagué la pantalla del celular al sentir una presencia, alcé la vista y Cristian tenía las manos en los bolsillos de su pantalón.

— Hasta que los encuentro. — dijo con media sonrisa. — Me encontré con unos amigos.

— Que bien.

— Tengo hambre, puñeta. — comentó Alex quejándose. — ¿Podemos irnos a comer? Siento un nudo en el estómago.

— Obvio, no queda mucho aquí. — mencionó Cristian mirando alrededor. — Lo importante es mañana, eh.

— Ay no, ¿te imaginas no llega nadie?— soltó Alex riéndose. — Que bochorno.

— Con que lleguen tres seré feliz. — aseguré.

— Bueno, pedí el Uber. — avisó. — Pidamos de comer en el hotel.

Nos pusimos de pie para dirigir nuestros pasos a la salida y esperar el Uber, al estar en la acera a Alex le dio su esquizofrenia y empezó a correr cómo toda un hada de la naturaleza.