Capítulo 20 | San Diego

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Rai.

Una voz me hizo salir de mis sueños, era Alondra diciéndome que ya íbamos a aterrizar.

Me acomode en mi asiento soltando un bostezo.

— Me estaba quedando sin hombro, beba. — comentó Alondra divertida.

— No pensé que iba a dormir tanto. — respondí arreglando mis rizos.

— Ni tanto.

— Recargué energía para lo que se venga.

Ella soltó una risita al ver su celular, me lo mostró y fruncí el ceño divertida. Era un tweet en dónde todo el fandom estaba haciendo teorías de donde estábamos.

— Están delulus, me dan miedo a veces.

Alondra había decidido dar la sorpresa de que Alex y yo la acompañamos a este viaje, por supuesto íbamos a hacer contenido juntos los tres, supongo que ver a Alondra con Alex era normal, pero conmigo no tanto.

De una historia que subió Alex –en dónde solo se veía su cara– antes de despegar, sacaron miles de teorías por un trozo de mi pierna. Normal con las de Twitter, pero era más gracioso por ahí que con las de TikTok.

Saqué mi teléfono y me recargué en el hombro de Alondra para tomarnos una foto, sería un lindo recuerdo.

Rato después el avión hizo su aterrizaje, hicimos el papeleo correspondiente y finalmente estábamos pisando piso californiano, aún no me la creía, todo esto parecía un sueño.

— Vengan, el coche nos está esperando. — decía Cristian.

Seguimos a Cristian y pudimos ver una camioneta aparcada esperándonos, subimos a los asientos traseros y él se fue de copiloto.

Alex empezó a grabar un TikTok y con Alondra nos unimos, era imposible no hacerlo cuando se trataba de Villano Antillano.

— Súbelo a TikTok, así damos la sorpresa de que estamos juntos. — dijo Alondra.

— Yes, queen. — el rizado dio un gritito emocionado. — Estoy en San Diego con mis nenas.

Nos tomó de las manos y sacudió su cabeza emocionado.

— Vamos a chingar duro hoy.

— Hoy te como ese bicho, que. — soltó Alondra haciéndonos reír.

— ¡Si, que ricooo!

Empezamos a bailar al ritmo de la canción que salía de la radio para soltar risas entre nosotros.

Por suerte el tráfico no fue gran problema, llegar de madrugada nos ayudó con eso.

Alondra miraba su celular y me recosté en su hombro, apreté sus mejillas y pude ver que estaba en Twitter dando repost a varios tweets en dónde colapsaban al vernos los tres juntos.

— Que cabrones.

Solté una risita al ver cómo en una foto donde se veía mi frente enorme tenía en letras pequeñas: las nenas en San Diego.

Alondra le dio repost meada de risa.

— Esta hijueputa. — murmuré.

— Rai, tienes que aprender a enfrentar estas situaciones. — habló con voz seria, empecé a imitarla. — Así vamos a tener una relación sana.

— Ten una relación sana con este bicho.

— Qué. — dijo Alex sorprendido.

Soltamos risas en silencio.

Por enamorarme de una streamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora