Risk It All. {h.s}

Capítulo 1.

Harry.

Febrero, 2015.

Cálmate, todo va a estar bien.

Me seguía repitiendo esas palabras mientras pasaba el tiempo. Movía los anillos de mis dedos varias tantas veces que sé que al quitármelos, mi piel quedará roja. Tuve está loca idea de que Rose estaría aquí, pero obviamente estaba equivocado, ella no estaba por ningún lado y aun así la seguía buscando, disimuladamente claro.

—Harry, ¿Dónde está, Rose?

Voltee a ver a Ángela, se veía hermosa con ese maquillaje y ese peinado que tiene ahora. Lo único malo es que llevaba un ceño fruncido en su rostro.

Aunque sea hermosa, no sé porque me casé con ella.

—No sé.— Admití. —No la he visto desde la mañana.

Desde que todo se fue a la mierda.

—Yo tampoco, ella entro a mi habitación, me dijo que iba a cambiarse rápido y estar en la ceremonia con todos nosotros, pero no la he visto hasta ahora. Ya casi todos se están yendo de la fiesta y quería verla por lo menos un momento.

—Seguro se sintió mal o...

Me callé.

Mierda, ella debe de estar devastada. Los dos nos gritamos cosas horribles pero sé que esto se puede resolver, lo nuestro no puede acabar así.

—Me molesta que ella no me acompañe en este día tan importante para mí.— Cruzo sus brazos en una forma de berrinche.

—Pensé que ella no te agradaba.— Entrecerré los ojos.

—Bueno, eso era en el pasado.— Removió un mechón de su cabello. —Eso fue antes de que ella sea tan dulce conmigo al ayudarme con toda la organización de la boda. Solo mira a tu alrededor, es perfecto.

Joder, era verdad, todo el lugar se veia espectacular. He ido a algunas bodas antes y casi siempre hay una mala organización, pero aquí todo está perfecto. No había nada que preocuparse, Rose y Mason se ocuparon de todo, hasta ya todos los empleados que había contratado, habían recibido su sueldo.

Rose es realmente impresionante.

—Si, todo esto es asombroso.— Murmuré.

—Lo sé, por eso quiero que ella este aquí para agradecerle.

—¿Tú? ¿Agradecerle?— la miré confundido. —¿En serio estás bien?

—No empieces a molestar.— Golpeo mi hombro. —Ella...es agradable.

Iba a contestarle con una respuesta graciosa, pero Selena se acercó a nosotros antes de que pueda decir algo.