Capítulo 6.

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Nuestras respiraciones eran aceleradas pero ninguno dijo nada por unos segundos. Aproveche el momento que Harry estaba distraído y apreté el botón para que el ascensor vuelva a subir. Voltee mi cuerpo y me crucé de brazos mientras esperaba que el ascensor por fin se detuviera en el piso necesario. Creo que casi grito de emoción cuando por fin el ascensor se detuvo, pensaba en salir con una caminata triunfadora, pero él me agarro del codo impidiéndolo.


—¿Vas a esperar que me crea esa estupidez?— Me dio una sonrisa que no supe descifrar. Ahora fue su momento de acercarse a mí y susurrar. —Rose ¿cuándo te darás cuenta que no te puedes liberar de mí?


Soltó mi codo y caminó sin mirar atrás. Deje salir todo el aire que estaba conteniendo cuando vi que se encerró en su oficina. Ver este lugar después de todos estos es años, es algo surreal, todo sigue igual que antes, nada ha cambiado. Miré a la chica que estaba detrás del escritorio dónde yo solía estar e iba a preguntarle si podía pasar a las demás oficinas, pero se le veía muy estresada y concentrada en la computadora mientras maldecía en voz baja. Vi que algunos empleados estaban saliendo para almorzar, así que caminé más rápido para encontrar a Selena. Ella estaba en su puesto de trabajo, tarareando una canción muy feliz mientras guardaba cosas en su bolso.


—Sel.— Llamé, ella volteo a mirarme y su rostro decayó.

—Disculpa, ¿buscas a alguien?— Me preguntó y tomó todo de mi para que no ponga los ojos en blanco.

—No te hagas la que no me conoces, por favor. Es muy inmaduro.

Suspiro —¿Qué quieres?

—Quiero hablar contigo.

—No es un buen momento, estoy ocupada.

—Sel, por favor.

—No me digas así.— Trague fuerte por su penetrante mirada.

—Selena, déjame explicarte como fueron las cosas.


Ella me miró durante unos largos segundos antes de chasquear la lengua y apoyarse en su silla. Lo tomé como un sí.


—¿Podemos ir...a otro lugar?— sugerí.

—¿A dónde?

—No sé, el lugar que tú quieras. Solo quiero irme de aquí.— Admití.


Ella resopló y empezó a caminar lejos de mí. La seguí casi pisando sus talones, llegamos hasta la cochera, seguía teniendo el mismo carro que antes. Una parte de mí, estaba feliz por ese detalle pero no le dije. En todo el camino, no me dirigió la palabra y tampoco quise iniciar la conversación. De repente, ya no me sentía tan valiente como antes, pensaba en cómo explicarle que me fui porque no quería saber nada de Harry cuando ella ni sabía que nosotros dos estábamos en algún tipo de relación. Estacionó en un pequeño restaurante, hice una pequeña mueca al darme cuenta que era de comida rápida. Al entrar, las risas de los niños inundaron mis oídos, estaba casi repleto de familias con sus hijos pero tuvimos suerte de conseguir una mesa vacía cuando ya teníamos nuestras bandejas con comida.


—¿Y bien?— Se metió una papa frita a la boca. —No tengo mucho tiempo para hablar y supongo que tú tampoco.

—Uh...— De repente mi garganta se secó y tome un gran sorbo de mi gaseosa a pesar de que estaba helada. Su rostro estaba serio esperando a que hable. —No sé por dónde empezar.— Solté una risita.

Risk It All. {h.s}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora