Risk It All. {h.s}

Capítulo 49.

Rose.

—¿Por qué no me dijiste, Rose?— me preguntó Harry cuando los dos por fin estábamos juntos después de mi arduo día de trabajo.

—¿Qué cosa?— me hizo la inocente. Sabía exactamente de que me estaba hablando.

—De que Louis estaba trabajando en tu empresa.

Mordí mi labio inferior. —No sé, yo tampoco sabía que él estaba trabajando aquí, recién me enteré de eso en los primeros días como gerente.

—¿Primeros días?— me interrumpió y ahora podía el ceño fruncido en su rostro.

Gruñí molesta por esta situación. —Sí, me enteré hace tiempo pero en serio no te dije porque sabía que ustedes no hablan y seria incómodo, es más, siempre quise que Louis te hable pero ya sabes como es él.— Rodé los ojos. —Es muy orgulloso pero tampoco tiene toda la culpa, sino que eres tú el que tenía que disculparse.

—Estaba molesto.— Fue su única excusa.

—¿Molesto por tantos años? Harry, son cosas del pasado y yo creo qu...

—Ya me disculpe con él, no tienes que darme un discurso de media hora sobre eso.

—Y...¿qué paso?

—No paso nada. Solo me disculpé, él aceptó mi amable disculpa y nada más. Lo siento si rompo tu posible sueño de que nosotros dos vamos a ser mejores amigos otra vez pero la realidad no es así. Los dos nos hemos hecho cosas horrible en todos estos años, más de mi parte, pero ya no se puede hacer nada.

Me quede callada por unos segundos y luego lo abracé. No sé por qué sentía la necesidad de querer consolarlo. Sé que Louis fue un gran amigo para Harry y por sus malas decisiones, ahora todo quedo en el pasado.

—Estoy bien, rubia. No me pondré a llorar.— Me sonrió pero yo podía ver la tristeza en sus ojos. —Dejemos de hablar de eso ¿si? No he viajado tantas horas para hablar de cosas deprimentes.

—¿Ah, sí? ¿Cuál es la verdadera razón por la que has venido, Harry?— me mordí el labio inferior para reprimir la sonrisa que estaba apareciendo en mi rostro.

—Bueno, tengo que hacer unos negocios a nombre de mi empresa.— Golpee su hombro con mi mano y él se rio. —No seas tonta, Rose. Vine a New York por ti.— Él agarro mis mejillas y beso mis labios rápidamente. —Así que ahora que estamos solos...— su mano bajo hasta el final de mi blusa y la movía entre sus dedos. —...deberíamos aprovechar el tiempo perdido ¿no crees?— Podía sentir sus labios rozar contra los míos y con un simple movimiento de los dos, podíamos estar besándonos.

—Tienes razón.— Susurré como si lo que dijéramos fuera un secreto entre nosotros. —No podemos perder el tiempo en otras cosas.— Mis manos subieron hasta su camisa y empecé a desabotonar los primeros botones desde su cuello.

—Tenemos que repara el tiempo perdido...— sus manos seguían al final de mi blusa donde seguía jugando con la tela sin hacer nada en absoluto.

—¿Vas a seguir hablando o me vas a quitar la ropa, Harry?— pregunté finalmente y él se sorprendió. Me mordí el labio inferior para evitar que la sonrisa en mi rostro sea más grande.

—Tranquila, nena. Lo mejor se hace esperar.