Risk It All. {h.s}

Capítulo 17.

Sabía que esto iba a pasar, lo supe desde el momento que Andrew me dijo que tenía una hija y que su madre había desaparecido de sus vidas. Sabía que ella iba aparecer pero nadie me preparo para este momento.

—¿Juliette?

La voz de Andrew me trajo de nuevo a la realidad. Sacudí mi cabeza y observé de nuevo a la mujer que está al frente mío.

—¿Me vas a dejar entrar, Rose?— me dio una sonrisa burlona. Debe de estar burlándose de mi cara en este momento, que no debe de expresar más que sorpresa y disgusto.

Sin esperar una respuesta de mi parte, ella me hizo a un lado y entró.

—¿Qué haces acá?— preguntó Andrew confundido.

—Qué bonita casa, Andrew. Veo que te has vuelto hogareño.— Ella ignoro la pregunta que le hizo y miraba a su alrededor. Su mirada voló hasta donde estaba Harry y Ángela. —Oh, hola.— Sonrió mirando fijamente a Harry.

—¿Quién eres?— respondió Ángela y por unos segundos pude ver esa faceta de Ángela que he conocido por años mientras trabajaba para Harry.

—Me llamo Juliette.— Fue lo único que respondió.

—Te he preguntado qué haces aquí, Juliette. Respóndeme de una maldita vez.— Dijo Andrew molesto.

—Ay, tan aburrido como siempre.— Resopló mientras se sentaba en el mismo lugar donde yo estaba antes. Miró a Andrew y señalo el lugar a su costado. —Ven, siéntate.— Andrew no se movió, en vez de eso, me miró. Yo estaba parada sin saber que hacer o decir. —Vamos, siéntate. No voy a morderte...por lo menos no como antes.— Se rio entre dientes.

Creo que voy a vomitar sangre.

Harry debió darse cuenta de la cara que puse, porque de inmediato le respondió:

—A nadie le importa lo que hiciste, habla para que te vayas de vez.

No se vio afectada por las palabras de Harry, pero de igual forma habló:

—Estaba en California, tomando el sol cuando me encontré con Raquel ¿Te acuerdas de ella?— le preguntó a Andrew y él solo hizo un pequeño asentimiento de cabeza. —Me dijo que había estado en Londres hace poco y te vio junto a una mujer rubia.— Me miró de reojo. —Y bueno, quise saber quién estaba ocupando mi puesto mientras yo no estaba.

—Bueno, ya sabes quién es. Ahora solo vete. —Dijo Andrew entre dientes.

—Oh no, todavía no. Quiero verla.— Sonrió. —Quiero ver a mi hija, Andrew.

—¿Tu hija? ¿Estás segura que ella sigue siendo tu hija después de que la dejaste en su habitación llorando, mientras yo estaba trabajando? Yo creo que no.

—No soportaba su llanto.— Juliette se estremeció. —Todo el maldito día lloraba.

—Porque te necesitaba.— Andrew alzó la voz.

—Andrew...— le advirtió Ángela. Rebecca seguía dormida en su habitación y ninguno de nosotros queremos que se despierte y encuentre esta escena.