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Red Desert

Lalisa Manobal.

Mi  cabeza  da  vueltas,  nunca  he llegado  a  este  punto  de  embriaguez  así  que  no  sé exactamente que puede suceder a continuación.        

Pese  a  que  mis  movimientos  no  son  completamente  coordinados  todavía  tengo algunas facultades, por ejemplo, no paro de notar como un atractivo desconocido al otro lado de la sala no me quita la vista de encima. Siempre que mi mirada se desvía hacía él lo veo mirándome, no se siente intimidado
y en ningún momento aparta la mirada.

Con una renovada valentía mis pies me llevan hasta su lado. Mientras camino noto como la música retumba en el suelo. Cabello negro desordenado, ojos marrones, brazos fuertes marcados con tatuajes...es el tipo más sexy que he visto en mi vida.
                
— ¿Quieres bailar? —la pregunta se escapa de mis labios de forma repentina.                

— No bailo con nadie —responde, su tono de voz es grave y vibra por todo mi cuerpo.

Sus ojos me miran con diversión.

— Me importa una mierda, así que baila conmigo —escucho las palabras salir de mi boca, pero no parecen mías.        

Nunca  he  sido  tan  determinada  y  exigente.  ¿Es  el  alcohol  el  que  habla  por  mí? Normalmente no diría eso, Lalisa sobria no se acercaría a un atractivo desconocido y lo arrastraría a bailar.

El  sexy  desconocido  me  mira  como  si  estuviera  loca,  pero  no  me  rechaza  cuando extiendo mi brazo. Toma mi mano y la corriente fluye entre nosotros. Lo miro y sus ojos se oscurecen haciendo que mi estómago se encoja. Tiene un magnetismo increíble. Mis labios se curvan en una sonrisa victoriosa cuando llegamos al medio la pista, él se queda quieto, le doy la espalda y empiezo a balancear mi cadera, tiro la cabeza hacía
atrás, muy cerca de su pecho. Todo es tan intenso, tan...real. Por primera vez en mi vida me siento fuera de control y me gusta la sensación.
       
— ¿Cuál es tu nombre muñeca mandona? —me pregunta susurrándome al oído.  
                 
— ¿Qué más da eso? —le digo riendo y sacudiendo la cabeza.                   

Mis ojos se alzan hasta su cara, él me está mirando como si fuera fascinante, como si fuera un rompecabezas que está dispuesto a solucionar. Sus manos agarran mi cintura y empieza a bailar conmigo. Estamos tan pegados que puedo sentir cada parte de él contra
mí.
           
— Tienes unos ojos increíbles —susurra provocando que mi piel se erice— Como los de una muñeca.                 

— ¿Esa es tu línea? —pregunto con una sonrisa de suficiencia.                    

— Muñeca, yo no necesito líneas —responde con arrogancia. 
             
Mi  móvil  vibra  en  el  bolsillo  trasero  de  mis  pantalones  y  sé  que  mi  acompañante también lo está notando
Lo saco y veo un mensaje de Bogum.
                 
Bogum 😽:

Buenas noches, espero que estés teniendo diversión. Te amo.

Bloqueo la pantalla y por una milésima de segundo me siento culpable.                  
Mi amiga Jennie se acerca a nosotros.                   

— Lisa  tenemos  que  irnos  ya,  mañana  es  tu  primer  día  de  clase —me  dice,  sus ojos saltan del desconocido a mí.                   

Yo ruedo los ojos, no quiero irme cuando lo estoy pasando tan bien. El desconocido
me sigue mirando fijamente, tanto que me da la sensación de que ve dentro de mí. Algo en él me tiene atrapada, como si no pudiera irme de su lado. Nunca me había sentido así.              

ROCKSTAR +21 [LISKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora