ROCKSTAR +21 [LISKOOK]

30

☆ My Oh My ☆

Lalisa Manobal.

Tres semanas, y una de ellas no he podido ir a trabajar. Ese es el tiempo que he estado trabajando en Rockstar y ya estoy siendo despedida.

— ¿Qué? —respondemos Taehyung y yo al mismo tiempo.

— ¿Puedo hablar a solas con usted? —pregunta el señor Kim apretando sus labios.

— Señor... ¿está ebrio? No puede echar a Lisa —farfulla Tae.

Mingyu arruga su frente y lo mira.

— No creo que esté en la posición de decirme lo que puedo o no hacer.

— Como jefe de los camareros exijo que se replantee su decisión, Lalisa es muy buena trabajando y...

— No existe tal cargo como el que acaba de mencionar —entrecierra los ojos— Una vez más, le recomiendo que se abstenga de darme una opinión que no le he pedido.

Tae se cruza de brazos y refunfuña por lo bajo.

— ¿Por qué..? —dejo la preguntan suspendida en el aire.

— Insisto en que me gustaría hablar con usted en privado, por favor.

Me volteo hacía a Taehyung y asiento, él resopla y pone los ojos en blanco.

— Tae...—suspiro.

— Está bien —gruñe mientras se da media vuelta y sube hacía mi habitación.

— ¿Quiere pasar? —ofrezco.

— Aquí estoy bien, gracias.

— Señor Kim, si es por lo que sucedió anoche yo no...

— Precisamente por eso no debe volver allí, no puedo...—se pasa la mano por su pelo con desesperación— Ya es complicado verla en clase como para tener que estar soportando... Simplemente necesito limitar mis encuentros con usted. Le haré una carta de recomendación, puede trabajar en cualquier otro de nuestros locales, pero no en Rockstar.

— Pero...

Cierra sus ojos y coge aire.

— Señorita Manobal, lo he intentado, créame que lo he intentado —abre sus ojos y parece abrazarme con ellos— Pero no puedo hacerlo. Usted pone en peligro mi sentido común y mi puesto de trabajo.

Muerdo mi labio y agacho la cabeza.

— Yo no...—empiezo a decir pero me interrumpe.

— Lo siento pero no puedo tenerla allí. Le ingresarán en la cuenta un mes más completo y el finiquito.

Abro mi boca sorprendida y niego con la cabeza.

— Señor Kim...

— Lo siento —murmura antes de darse media vuelta y se marcha.

Ni siquiera me ha dejado hablar.

Maldito profesor caliente.