ROCKSTAR +21 [LISKOOK]

35

☆ House of Memories ☆

Lalisa Manobal.

¿Contrato de alquiler? ¿De uno de sus estudios de tatuajes? ¿O..? no, la otra opción no puede ser posible.

Jungkook sigue manteniendo su estilo de vida ¿no? ¿Ese correo no habla de su piso para las folladas, verdad?

La idea me aterra y confunde, sacudo la cabeza y vuelvo a la habitación de Jungkook, él continua profundamente dormido, su brazo está extendido en la zona en la que estaba acostada.

Me siento sigilosamente en la cama y me tenso cuando escucho como él murmura algo.

— Sohee no lo hagas.

¿Sohee? ¿Quién es Sohee?

— Sohee no... —continua murmurando.

Lo miro con el ceño fruncido mientras se gira. Tiene su cara delante de mí ahora y por su frente arrugada parece estar teniendo una pesadilla.

Me acuesto evitando tocarlo para no despertarlo. Su frente se relaja y suspira.

— Lili...

Mi corazón se salta un latido cuando escucho como me llama y contengo el aliento.

— Te quiero —susurra con un atisbo de sonrisa en sus labios.

Mis ojos se abren de par en par y me incorporo de golpe.

¿Acabo de escuchar bien? Siento pánico y euforia.

Solo es un sueño. Solo es un sueño.

Ni siquiera sé si hablaba de mí, tal vez se refería a la Sohee esa.

Tengo que irme de aquí.

Tanteo el suelo buscando mi vestido y mis tacones, cuando me los co en pie mi tobillo se tuerce y caigo al suelo en un ruido sordo. La respiración tranquila de Jungkook se interrumpe y  levanto la mirada veo que me está mirando.

— ¿Te vas? -—pregunta desconcertado con los ojos entrecerrados por el sueño.

— Si... yo... olvidaba algo que...—empiezo a decir nerviosa.

— Es tarde Lili, déjalo para mañana y quédate.

— No... es importante que... si, hablamos otro día —mi voz suena alterada.

— ¿Qué pasa Lisa?

— Nada, no pasa nada, gracias por la cena. Adiós.

— Espera...

No escucho nada más porque practicamente estoy corriendo fuera de su casa. Me siento bastante mal utilizando su coche para salir de ahí pero ahora mismo no tengo opciones.

Conduzco de vuelta a mi casa, mi pulso late tan rápido que siento las palpitaciones en mi cabeza.

Estoy doblando la esquina de mi casa cuando veo un coche muy familiar aparcado delante de mi casa. Me congelo por completo y freno bruscamente.

Es el coche de Bogum.

No puede ser, no puede ser, no puede ser.

Veo una sombra masculina con gorra sacar una llave de baldosa que hay en el exterior y desparece tras abrir la puerta.

¡Esta entrando en mi casa!

Mi respiración se empieza a acelerar y la adrenalina se dispara por mi cuerpo. Sigo conduciendo sin detenerme.

Antes de pensar a donde estoy yendo me doy cuenta de que he llegado al apartamento de Taehyung.

No quiero molestarlo, pero pensándolo bien él querría que lo hiciera.