ROCKSTAR +21 [LISKOOK]

24

☆ Too Good ☆

Lalisa Manobal.

He echado muchísimo de menos el cuerpo de Jungkook y su capacidad de hacerme desconectar del mundo.

Cada vez que nos acostamos siento que me vuelvo más adicta a él y eso me preocupa. ¿Hasta cuanto durará esto?

Estamos estirados en su cama completamente desnudos mientras recuperamos el aliento, mi pelo mojado por el baño está dejando un rastro de humedad en las sabanas. Jungkook se incorpora y planta un dulce beso en mi espalda.

— Hora de cenar bebé —murmura mientras sale de la cama y alcanza unos pantalones.

Me deleito viendo que no se cubre la parte superior, creo que nunca podría cansarme de ver lo maravilloso e increíble que es su cuerpo.

Placer visual.

Estiro mis extremidades y cuando me pongo en pie busco la ropa que había seleccionado antes.

Me dirijo hasta la cocina y reparo en los libros que hay en los estantes del pasillo, los cuales me hacen pensar automáticamente en el señor Kim.

"Tenga cuidado señorita Manobal.."

Me pregunto que clase de relación tienen o han tenido ese par.

Imágenes perversas del sueño erótico que tuve con ambos asaltan mi cabeza y siento como mis pezones se endurecen bajo la camiseta de Jungkook.

Vivo por que se haga realidad ese sueño.

Jungkook ha recalentado la comida y la está sirviendo en los platos. Me siento y apoyo mis codos en la isla de la cocina.

— ¿Entonces..? —comienzo a formular.

— ¿Qué?

— ¿Tú y el señor Kim..?

Su frente se arruga cuando digo su nombre.

— ¿Ya hemos vuelto a ese tema? —suspira.

— ¿Qué pasa? ¿Te llevas mal con él o algo?

— O algo contesta dejando el plato delante de mí.

— A veces eres un hombre de pocas palabras —resoplo.

— Y tu una mujer demasiado curiosa ¿te lo han dicho alguna vez?

— ¿Bueno somos amigos no? Los amigos se conocen —le recuerdo pensando en que es así como se ha referido a mí con Wonyoung.

— Dime Kookie.

Su ceja se alza cuando lo llamo así y muerdo mi lengua.

— Kookie...me gusta —contesta haciendo que se tiñan mis mejillas de rojo.

Jungkook me pasa mi plato con una cantidad considerable de comida.

— Entonces el señor Kim...

— Y aquí vamos de nuevo.

— Mi curiosidad está totalmente justificada —refunfuño.

— Muy bien, pero al igual que has hecho tu voy a vetarte algunas preguntas.

— Se sienta a mi lado y empezamos a comer.

— Está bien —curvo mis labios— ¿Pero a que te refieres con eso de que crecieron juntos?

Bebe agua exagerando el tiempo, maldita intriga. Cuando baja el vaso siento el impulso de lamer sus labios mojados. Como si leyera mi mente pasa su lengua por ellos enviando pensamientos obscenos a mi cerebro.