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Parachute

Lalisa Manobal.

El señor Kim se aparta y la decepción se instala en mi sistema circulatorio.

Me coloco de nuevo el calcetín y el zapato, bajo del pupitre apoyando el pie bueno y cojeo un poco por el lugar. Los murmullos son cada vez más audibles en los pasillos, la gente de que debía estar encerradas en otras aulas está saliendo con desesperación de las clases.

— ¿Quiere que la acompañe o avise a alguien? —pregunta el Mingyu sin dirigirme la mirada mientras guarda las cosas de su escritorio en su maletín.

Intento caminar como puedo pero los pinchazos me hacen jadear de dolor.

— No, ya me las apañaré de algún modo...

— Señorita Manobal no tengo clases por el resto del día, puedo acercarla a que le hagan una revisión. La universidad tiene seguro médico para los estudiantes y esto le ha sucedido dentro del recinto universitario.

— Bueno, esta bien...

Coge mi brazo y lo pasa por el suyo, haciendo que mi peso quede repartido en él. Caminamos lentamente hasta su coche, algunos alumnos nos miran descaradamente mientras cuchichean.

Bueno, oficialmente ya eres la comidilla del campus.

El señor Kim me abre la puerta del coche y me ayuda a subir, realmente no es para tanto pero él insiste. Lo miro de reojo sentarse en el otro asiento, revisa los espejos y pone su cinturón de seguridad.

— Puedes poner la radio si quieres —murmura mientras mantiene la mirada fija en la carretera.

Como he vuelto a darme ese capricho de escuchar música alargo la ma el estéreo del coche. Voy pasando de emisora por la pantalla hasta que mis oídos reconocen creo que es una de esas con las que Minnie ha estado machacándome en la universidad durante nuestras sesiones de estudio.


Nos quedamos en silencio y por mi cabeza siguen pasando miles de preguntas inapropiadas, mi cerebro escoge una al azar para formular en voz alta.

— ¿Está usted metido en todo eso del BDSM?

El coche se sacude por el frenazo brusco que da cuando nos acercamos a un semáforo en rojo.

— ¡¿Señorita Manobal cree que este es el mejor momento para hacer preguntas de esa índole?!

Me encojo en mi asiento.

— Disculpe —digo mordiendo mi lengua.

Sacude la cabeza y resopla.

— Está claro que usted es un caso aparte. resopla Por favor, no me vuelva a formular preguntas de carácter sexual nunca más.

— ¿Por qué? ¿Le hace pensar en situaciones comprometidas...conmigo? —inhalo conteniendo el aire en mis pulmones.


Su mandíbula se tensa.

— Su curiosidad no conoce límites.

— ¿Sabe que evitando responder a mis preguntas me da idea de las respuestas?

Eso es, hazlo sudar.

ROCKSTAR +21 [LISKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora