Capitulo 47: Bugie e scuse

3.2K 283 25
                                    

47. Mentiras y disculpas.

Alesha

Volvió a mirar la pantalla de su celular. Sus labios se apretaron, lucía confundido, confundido y dolido.

—¿Qué pasa?

Él estaba bien, antes se reía. Ahora, en este momento,  parecía querer romper algo. Me preocupé.

—¿Es sobre Alana?¿Su bebé?

Soltó una risa desdeñosa, me miró y negó, volvió a negar. Me dio la espalda y se pasó una mano por el cabello.

—¿Em?

Se giró hacía mi. La máscara impasible de hacía tiempo había vuelto.

—¿Usas anticonceptivos?

¿A qué iba su pregunta?¿Dónde quería llegar?

Asentí, confundida.

—Bien.

—¿Bien? Em, no entiendo…

—Claro que no, no lo haces—negó y me miró—. Lamento haberte cogido sin condón, Alesha. No volveré a cometer el mismo error.

Fruncí el ceño.

—¿Qué…

—No volveré a estar contigo sin una barrera, no lo haré para que huyas de mi, con mi hijo en tu vientre y para que lo pierdas… ¡Sin decirme una puta palabra!

Di dos pasos atrás, la conmoción debía estar escrita en todo mi rostro.

—¿Quién te dijo eso?

—¿Eso importa ahora?

Respiré hondo, las lágrimas asomándose.

—Mis padres no podrían haber dicho nada, ¿quién…

—¿Me quieres preguntar quién mierdas me lo dijo? ¿Enserio?

Parecía dolido, realmente dolido. Dio dos pasos hacía mi.

—La verdadera pregunta aquí es, ¿por qué no me lo dijiste tú?

Solté un sollozo.

—No lo entiendes…

—¿Qué fue? ¿No lo querías porque también era mío?¿Ibas camino a abortarlo cuando te atropellaron?

Negué, ignorando las lágrimas que caían libremente por mi rostro. Intenté alcanzarlo pero se alejó, como si no pudiera verme, tocarme o siquiera respirar cerca de mi.

—Yo jamás haría tal cosa.

Él me observó como si ya no me reconociera. No podía hacerme esto.

—¿Lo ibas a tener?

—Por supuesto que si.

Él tragó, mirando mis ojos.

—Sé que no querías verme en el hospital, pero en este tiempo… Dijiste que me amabas, Alesha, y yo me disculpé, ¿me lo ibas a decir?¿Algún día me ibas a decir que esperabas un hijo mío?

Volví a sollozar, bajando la cabeza. Él tomó esa acción como respuesta. No.

No pensaba decírselo.

—Ya no tiene caso, ya no está…

—Lo que no tuvo caso, fue el intentar recuperarte, era obvio que no volverías a confiar en mi.

Se dio la vuelta y no me miró. Tragué, dando pasos hacía atrás y salí corriendo.

§

Venenosa Adicción [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora