Cap. 25

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El siguiente día transcurrió en un abrir y cerrar de ojos para Olivia y Niall. A la mañana, decidieron aprovechar el tiempo juntos y se aventuraron a pasear por el pintoresco pueblo. Caminando de la mano, disfrutaron de cada momento compartido, entre risas y tiernos besos que fortalecían su conexión.

Uno de los puntos destacados del paseo fue una visita a la tienda de música local. Olivia, emocionada, se compró un disco de Britney Spears que había deseado tener durante mucho tiempo. La compra, aunque pequeña, representaba un símbolo de la felicidad que estaba experimentando en esos momentos.

La tarde pasó en un torbellino de alegría y nostalgia. Todos los chicos se reunieron nuevamente para disfrutar de las últimas horas juntos antes de que los amigos tuvieran que regresar a sus respectivos hogares y retomar sus rutinas. Se llenaron de charlas animadas, recuerdos compartidos y momentos divertidos que se convirtieron en preciados recuerdos para todos.

El ambiente estaba lleno de una mezcla de tristeza por la despedida inminente y gratitud por el tiempo compartido. Mientras se acercaba la hora de la separación, cada uno trataba de aferrarse a los momentos especiales vividos.

La cena de despedida fue una velada cálida y llena de emoción, con la familia Styles y los amigos compartiendo una última noche juntos antes de la partida. La conversación y las risas fluían libremente, y el ambiente estaba impregnado de una mezcla de alegría por el tiempo compartido y tristeza por la inminente separación.

Al llegar casi la hora de partir, el grupo comenzó a prepararse para el viaje a la estación de tren. Los chicos, con sus bolsos ya listos, se despidieron de todos los presentes, agradeciendo profundamente la hospitalidad y el cariño recibido.

Olivia, junto a su madre, Niall y Zayn, se dirigió hacia la estación con una mezcla de emociones encontradas. Por otro lado, su padrastro, junto con Harry, Louis y Liam, también se preparaban el otro auto en la misma dirección.

En la estación, la despedida era palpable en el aire. Los chicos se preparaban para subir al tren, y la atmósfera estaba cargada de emociones. Harry y Louis se abrazaron con fuerza, un abrazo que parecía durar una eternidad.

—No puedo creer que ya se acabe, otra vez —dijo Louis, con un nudo en la garganta.

—Yo tampoco —respondió Harry, con voz quebrada—. Nos veremos pronto.

Olivia, con lágrimas en los ojos, observaba el gesto de sus amigos. Cuando llegó el momento de abrazar a cada uno, trató de disfrutar cada segundo, sabiendo que el tiempo sería breve antes de su próximo encuentro.

Se acercó a Zayn, quien le dio un abrazo sincero. En el abrazo, Zayn le susurró:

—Me alegra verte feliz con Niall. Solo... no te olvides de nosotros.

Olivia notó el tono de celos en sus palabras, pero optó por no profundizar en el tema. Nerviosa por sus palabras, decidió volver a abrazarlo y depositar un beso en su mejilla.

Finalmente, llegó el momento más emotivo: la despedida con Niall. Olivia lo buscó con la mirada entre la multitud, y cuando finalmente se encontraron, corrió hacia él.

—No quiero que te vayas —dijo Olivia, mientras se hundía en sus brazos.

—Tampoco quiero irme —respondió Niall, envolviéndola en un abrazo apretado. Acarició su cabello con suavidad—. Pero estaré esperando el día en que podamos vernos de nuevo.

Olivia miró hacia arriba, y sus ojos se encontraron con los de Niall. En un susurro, le dijo:

—Me has hecho sentir tan especial en estos días.

—Te quiero, Liv. Acuérdate que los días pasarán rápido, volveremos a estar juntos en poco tiempo.

Se dieron un último beso, suave pero lleno de emoción, sintiendo que cada segundo contaba. Mientras se apartaban, Olivia vio las lágrimas en los ojos de Niall, un reflejo de sus propios sentimientos.

—Cuídate mucho, ¿de acuerdo? —dijo Olivia, tratando de sonar firme a pesar de la tristeza.

—Lo haré. Y tú también.

Cuando los trenes llegaron, los chicos se dirigieron a sus respectivos vagones. Olivia acompañó a Niall hasta la entrada de su tren, aferrándose a cada instante. El tren estaba a punto de partir, y ella se quedó en la plataforma, saludándolo con la mano mientras el tren comenzaba a moverse lentamente.

—Hasta pronto, Niall —gritó Olivia, su voz cargada de emoción.

Niall le sonrió desde la ventana, su mirada llena de ternura y tristeza. Le devolvió el saludo con un movimiento de mano, y su expresión mostró lo mucho que iba a extrañarla.

A medida que el tren se desvanecía en el horizonte, Olivia sintió una mezcla de tristeza y esperanza. Con lágrimas en los ojos, se dio vuelta y se dirigió hacia donde su hermano Harry estaba esperando. Se acercó a él y lo abrazó con fuerza.

—Las despedidas apestan —dijo Harry con una mueca, tratando de aligerar el ambiente.

Olivia no pudo evitar reír a pesar de la tristeza. La risa se convirtió en una forma de liberar la tensión, y el abrazo de Harry le brindó un consuelo reconfortante.

—Sí, lo hacen —admitió Olivia, secándose las lágrimas—. Pero lo bueno es que significa que tenemos algo que realmente valoramos.

Harry la miró con una sonrisa comprensiva y le dio otro abrazo antes de tomarla de la mano y caminar de regreso hacia el coche con su madre. A pesar del dolor de la despedida, Olivia sentía una cálida gratitud por los momentos compartidos y una renovada esperanza por los futuros reencuentros. La noche estaba fresca y tranquila, y mientras se alejaban de la estación, Olivia miró hacia atrás una última vez, sabiendo que, aunque los adioses son difíciles, también marcan el inicio de nuevas y emocionantes historias.

Al llegar a casa, Olivia subió a su cuarto, sintiéndose algo triste por la despedida. Mientras se quitaba el abrigo, una fotografía cayó al suelo. La recogió y vio que era una foto de Niall y ella cuando eran pequeños, sonriendo en la puerta de la casa de sus abuelos.

 La recogió y vio que era una foto de Niall y ella cuando eran pequeños, sonriendo en la puerta de la casa de sus abuelos

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Dio la vuelta a la fotografía y leyó el mensaje escrito en el reverso con la caligrafía familiar de Niall:

"Olivia, desde aquellos días de verano cuando éramos niños y jugábamos sin preocupaciones, hasta hoy, siempre has sido alguien especial para mí. Espero que esta foto te recuerde que, aunque estemos lejos, mi cariño por ti sigue igual de fuerte. Nos vemos pronto. Con amor, Niall."

Sus ojos se llenaron de lágrimas de alegría y nostalgia. Acarició la imagen, recordando esos momentos felices de su infancia y sintiéndose reconfortada por las palabras de Niall. La guardó con cuidado en su mesita de noche, sintiendo que, aunque separados, él siempre estaría presente.

Ojos Color Cielo. [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora