Han pasado cinco días desde aquella noche en la playa, y Olivia no podía escapar del peso de su culpa. Cada día se sentía más atrapada en una espiral de angustia, y el silencio de Niall se había convertido en un eco ensordecedor en su mente.
Desde la fiesta, él había dejado de hablarle. La evitaba con cada oportunidad, como si el simple hecho de mirarla le recordara el dolor que había experimentado. Olivia sentía que su corazón se rompía un poco más con cada mirada que le dirigía, y cada vez que intentaba acercarse a él, una muralla se alzaba entre ellos.
Ella se pasaba las noches en vela, reflexionando sobre sus acciones, cuestionándose cómo había podido dejarse llevar por un momento de confusión. ¿Cómo era capaz de hacerle algo así a Niall? Era la pregunta que la atormentaba, una y otra vez. Sabía que él no se merecía ese tipo de traición. La idea de haberlo herido le carcomía el alma. ¿Por qué se comportó de esa manera con alguien a quien quería tanto? El dolor de la culpa era abrumador, y las lágrimas se convertían en sus compañeras constantes.
Sentada en su cama, mirando por la ventana hacia el horizonte, pensó en todos los momentos que había compartido con Niall. Las risas, los secretos, los sueños compartidos... todo parecía estar en peligro de desvanecerse. ¿Había arruinado todo lo que habían construido juntos? La tristeza se hacía más densa, y cada vez que pensaba en él, su corazón se llenaba de una mezcla de anhelo y desesperación.
Olivia sabía que tenía que enfrentar a Niall, que no podía seguir escondiéndose detrás de su culpa. Pero, ¿cómo se acercaba a alguien a quien había herido tan profundamente? El miedo a perderlo la paralizaba, y, a pesar de su deseo de repararlo, el silencio se volvía cada vez más ensordecedor. Ella no sabía cómo revertir lo que había hecho.
Olivia, en su búsqueda de consuelo, finalmente decidió tomar su celular y marcar el número de Vanessa. Su mejor amiga siempre había sido su refugio en momentos de necesidad, y esta no era la excepción. Cuando escuchó el tono de llamada, un rayo de esperanza se encendió en su pecho.
—Hola, Vanessa —dijo Olivia, su voz temblando ligeramente.
—¡Olivia! ¿Qué pasa? Te escuchas mal —respondió Vanessa, claramente preocupada.
Y así, las horas comenzaron a deslizarse mientras Olivia se desahogaba, contando todo lo que había sucedido. Le habló de la fiesta, del momento con Zayn, de la traición y, sobre todo, de la profunda tristeza que sentía por el silencio de Niall.
Vanessa la escuchaba con atención, sin interrumpirla, dejando que cada palabra fluyera. "Siento que todo se me está escapando de las manos," le confesó Olivia entre sollozos. "No sé cómo pude ser tan estúpida. No quería lastimarlo. Nunca quise hacerle daño."
"Olivia, todos cometemos errores," respondió Vanessa con voz suave. "Lo importante es reconocerlo y aprender de ello. Pero, ¿qué vas a hacer ahora?"
Olivia respiró hondo, intentando calmarse. "Quiero hablar con Niall, pero tengo miedo de que no quiera escucharme." La idea de enfrentar a Niall la aterraba, y cada vez que pensaba en su reacción, el nudo en su estómago se apretaba aún más.
Vanessa la animó. "No puedes seguir así, necesitas ser honesta con él. A veces, solo hay que dar el primer paso, y él podría estar más dispuesto a escucharte de lo que piensas."
Olivia sintió que esas palabras la iluminaban un poco en medio de su tormenta emocional. Si bien la culpa seguía pesando en su corazón, quizás había una manera de repararlo. La conversación con Vanessa fue un bálsamo en su angustia; su amiga siempre supo encontrar la forma de hacerla sentir un poco mejor.
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Ojos Color Cielo. [Niall Horan]
FanfictionDespués de diez años, Olivia se reencontró con esos ojos color cielo que había creído olvidar. Olivia Styles, de dieciséis años, regresa al pintoresco pueblo de Bibury y se reencuentra con sus amigos de la infancia y su primer amor, Niall. Juntos, r...