𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔

Capítulo 5: La Estrategia

Sirius Black

El salón común de Gryffindor estaba relativamente tranquilo esa noche. James y yo encontramos un rincón apartado donde podíamos hablar sin interrupciones. Aunque Remus estaba presente, su expresión era más bien de indiferencia hacia nuestra conversación.

—Entonces, ¿cómo va lo de Alistair? —preguntó James, con una sonrisa de complicidad en su rostro.

Suspiré, sintiéndome frustrado. Alistair seguía molesto y había puesto una barrera entre nosotros. No sabía exactamente cómo acercarme a él para ganar la apuesta.

—No tan bien como esperaba. La broma que hicimos no ayudó. No sé qué hacer para recuperar su confianza.

James pensó por un momento antes de abrir la boca para responder. En ese instante, Peter se unió a nosotros, con la típica curiosidad en sus ojos.

—¿Por qué no lo tratas como a una de tus conquistas? —sugirió Peter, encogiéndose de hombros—. Eres un experto en eso, Sirius. Solo sé tú mismo.

—Eso no es exactamente lo mismo, Peter. Alistair no es como las demás chicas con las que he salido —repuse, sintiendo que la sugerencia no era del todo adecuada.

En ese momento, Remus se levantó de su silla con una expresión molesta.

—Esto es una locura. No debería jugarse con los sentimientos de nadie, y menos como parte de una apuesta.

Remus salió de la sala común sin esperar respuesta, dejando un aire de tensión. Aunque sus palabras me hicieron reflexionar brevemente, no podía permitirme detenerme ahora. La apuesta seguía en pie y necesitaba encontrar una solución.

James miró la puerta por donde Remus se había ido y luego volvió su atención a mí.

—Remus puede tener su opinión, pero ya estamos comprometidos con esto. ¿Tienes alguna idea de cómo vas a acercarte a Alistair?

Asentí, aún algo dudoso pero decidido.

—Sí, lo haré. Pero necesito un enfoque. Algo que me permita acercarme a él sin parecer forzado.

Peter, siempre entusiasta, sugirió.

—Solo actúa como normalmente lo haces. Sé encantador, y trata de ser auténtico. No es tan complicado.

Miré a James, buscando su aprobación. Él asintió, aunque su rostro mostraba una mezcla de seriedad y expectativa.

—Haz lo que necesites, Sirius. Pero recuerda, esto es una apuesta. No podemos dar marcha atrás ahora.

.:*☆*:.════ .:*☆*:. ════ .:*☆*:.

Más tarde esa noche, decidí que era el momento de actuar. Había pasado mucho tiempo pensando en cómo acercarme a Alistair y había llegado a la conclusión de que, para ganar la apuesta, necesitaba ser completamente sincero, aunque no estuviera realmente interesado. Así que, con la determinación de cumplir con la promesa hecha a James, me dirigí a la Torre de Astronomía.

La noche estaba despejada y las estrellas brillaban con intensidad. Al llegar a la torre, me encontré con Alistair sentado en el borde de la terraza, con un libro en las manos. Se veía sumido en la lectura, ajeno a mi presencia. Decidí no hacer ruido y me acerqué con cautela.

—¿Alistair? —pregunté, tratando de sonar casual.

Alistair levantó la vista, su expresión era una mezcla de sorpresa y desconfianza al ver quién era. Cerró el libro lentamente y me miró.