𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔

Capítulo 19: el último hilo de confianza

Alistair Everhart

Estaba en la biblioteca, sumergido en mi trabajo para la clase de pociones, pero por más que intentaba concentrarme, mi mente no dejaba de volver a lo que había descubierto. La relación que había tenido con Sirius, la confianza que creí haber construido, todo se tambaleaba sobre una mentira cruel. Una apuesta. Todo este tiempo, yo había sido parte de un juego para él.

Justo cuando mis pensamientos comenzaban a oscurecerse, lo escuché. Esa voz que había llegado a significar tanto y, al mismo tiempo, a provocar una ira que luchaba por contener.

-¿Qué hace mi erudito tan concentrado? -Sirius se dejó caer en la silla frente a mí, con esa sonrisa suya, la misma que había usado para ganarse mi confianza.

Levanté la vista del pergamino, esforzándome por mantener la compostura. Ahí estaba, con su expresión despreocupada, sin la menor idea de que yo sabía la verdad. Sentí una mezcla de emociones, pero me obligué a mantener una fachada tranquila.

-Intento terminar mi trabajo, Black. Algunos de nosotros realmente se preocupan por nuestras calificaciones -respondí, con una leve sonrisa que enmascaraba lo que realmente sentía.

-Oh, vamos, Al. Sabes que hay cosas más interesantes que una simple poción -dijo, inclinándose hacia mí, como había hecho tantas veces antes. Sus dedos rozaron los míos sobre la mesa, un gesto que antes me hubiera hecho estremecerme, pero ahora solo alimentaba mi determinación.

Lo miré a los ojos, esos ojos grises que habían aprendido a leerme tan bien, pero que ahora no veían más allá de mi fachada.

-¿Más interesante como qué? -pregunté, fingiendo curiosidad.

-Una cita. Tú y yo, esta noche en la Torre de Astronomía. Ya sabes lo que podemos hacer allí, lejos de todo el mundo. -Su voz era suave, seductora, y por un momento casi me dejó llevar por la tentación. Casi.

Pero esta vez, mis motivos eran diferentes. Asentí, dejando que una sonrisa se formara en mis labios, aunque por dentro ya estaba planificando lo que vendría.

-Está bien, Black. Acepto la cita -dije con una voz que no dejaba entrever mi verdadera intención.

Sirius parecía sorprendido, pero rápidamente recuperó su expresión habitual de confianza. Me sonrió y se inclinó para dejar un beso fugaz en mis labios, uno que normalmente habría correspondido, pero ahora solo lo permití.

-Nos vemos esta noche, Alistair -dijo antes de alejarse con su habitual aire de triunfo.

Lo observé mientras se marchaba, su capa ondeando detrás de él. Respiré hondo, sintiendo la tensión en mis hombros relajarse un poco. Esta noche, todo cambiaría. Sirius Black aprendería que no soy alguien a quien se pueda engañar impunemente. La venganza sería dulce, y me aseguraría de que él lo supiera.

Después de que Sirius se marchara, me quedé en la biblioteca, observando la puerta por la que acababa de salir. Había algo casi poético en todo esto. El mismo lugar donde tantas veces había venido a estudiar, donde había encontrado consuelo en los libros y el silencio, ahora se convertiría en el punto de partida para algo completamente diferente.

Recogí mis cosas con cuidado, tratando de no pensar demasiado en lo que iba a hacer, pero era imposible. Durante meses, me había permitido creer que había algo real entre nosotros. A pesar de su reputación, a pesar de todas las advertencias, me había dejado llevar. Y ahora, la realidad de la situación ardía en mi pecho.

Salí de la biblioteca y me dirigí a mi sala común, donde el bullicio de otros estudiantes era una distracción bienvenida. Me moví entre ellos como si nada estuviera mal, aunque por dentro mi mente giraba con pensamientos de lo que haría esa noche.