Capítulo 11: Máscara de coqueteo

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Regulus Black

Han pasado dos días desde que Sirius se declaró a Alistair, y la preocupación no ha dejado de atormentarme. Me encuentro sentado en el suelo de la sala común de Slytherin, rodeado por Severus, Evan y Barty, mientras expongo mis pensamientos.

—No me agrada en absoluto lo que está pasando —digo, frunciendo el ceño y jugando con una pluma en la mano—. Siempre he considerado a Alistair más como un hermano que como un simple conocido. No me gusta cómo Sirius está manejando esto.

Severus me observa con una ceja levantada, su mirada penetrante fija en mí.

—¿Es celos lo que sientes, Regulus? —pregunta con una sonrisa enigmática.

Sacudo la cabeza con desdén.

—No es celos. Es preocupación. Me preocupa lo que mi hermano pueda estar planeando. Alistair siempre ha sido más importante para mí que para Sirius, y me temo que no tiene buenas intenciones.

Evan y Barty intercambian miradas, y Evan propone:

—Podríamos intentar acercarnos a los Leones. Convivir con ellos para averiguar qué está pasando. Pero, seamos realistas, sería difícil. Es poco probable que bajen la guardia con nosotros.

Barty asiente, añadiendo:

—Además, no queremos que se nos vea como espías. Eso podría empeorar las cosas.

Severus se inclina hacia adelante, su mirada fija en mí.

—He notado que Lupin ha estado más distante de los Merodeadores últimamente. Se está enfocando solo en sus propias cosas. Quizás podrías hablar con él. Podría tener información sobre lo que está pasando con Sirius y Alistair.

Considero la sugerencia, frunciendo el ceño mientras pienso en la idea.

—¿Crees que Lupin estaría dispuesto a hablar? —pregunto finalmente.

—Es una posibilidad —responde Severus—. Lupin no siempre está en sintonía con los caprichos de los Merodeadores. Y, si hay alguna grieta en la amistad de los Merodeadores, él podría ser quien lo note.

Me levanto, con una determinación renovada en mi mirada.

—Está bien. Hablaré con Lupin. Es el único camino que me queda para averiguar qué está pasando y, con suerte, evitar que las cosas se salgan de control.

Nos dirigimos hacia uno de los jardines de Hogwarts, un rincón apartado donde Remus solía refugiarse para leer. Evan, Barty, Severus y yo llegamos, y encontramos a Remus sentado en un banco, rodeado de una pequeña fortaleza de libros. Al notar nuestra llegada, levanta la vista, visiblemente sorprendido y algo nervioso. Aunque siempre nos hemos llevado bien, la situación actual parece ponerlo incómodo.

—Hola, Remus —digo con la esperanza de sonar relajado—. ¿Podemos hablar contigo un momento?

Remus ajusta sus libros con un gesto torpe y asiente.

—Claro, Regulus. Pueden sentarse —responde, con una sonrisa que no logra ocultar su nerviosismo.

Evan y Barty se colocan a una distancia prudente, mientras Severus se queda al margen, observando en silencio. Me siento frente a Remus, intentando mantener una actitud tranquila.

—Necesito hablar contigo sobre algo —comienzo, buscando un tono serio—. He notado que Sirius ha estado actuando de manera extraña con Alistair. Estoy preocupado y me gustaría saber si tienes alguna idea de lo que está pasando.

𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora