𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔

Capítulo 12: Alianzas y secretos

Notas de la autora:
Hola, quiero comentarles que a partir de este capítulo las actualizaciones van a comenzar a ser semanales, estoy próximamente a entrar a la escuela y ustedes entenderán que ya no tendré tanto tiempo para actualizar. ¡Muchas gracias por estar leyendo y por sus comentarios!

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Elliot Cunningham

Estaba sentado en la biblioteca de Hogwarts, rodeado de un mar de libros y pergaminos, pero mi mente estaba en otro lugar. A lo lejos, vi a Oliver Hawthorne, mi compañero de casa, absorto en sus notas de Encantamientos. No pude evitar recordar lo que había ocurrido en el último partido de Quidditch entre Gryffindor y Ravenclaw. Sirius Black, el Gryffindor más popular de nuestro año, se había declarado a Alistair Everhart. La noticia todavía zumbaba en mi mente, como si fuera un encantamiento susurrante.

Me acerqué a Oliver, sin poder contener la curiosidad.

—Oliver, ¿tienes un momento? —pregunté mientras me sentaba frente a él. Alzó la vista, visiblemente irritado por la interrupción.

—Supongo que sí, Elliot. ¿Qué pasa?

Tomé un respiro profundo, intentando ordenar mis pensamientos.

—He notado que Alistair Everhart ha estado actuando... diferente últimamente. Como si hubiera una especie de vibra romántica en el aire.

Oliver dejó escapar un suspiro y dejó su pluma sobre el pergamino.

—Elliot, sinceramente no me interesa lo que otros hagan o dejen de hacer. Tengo suficiente con preocuparme por mis propias cosas.

No me sorprendió su respuesta; Oliver siempre había sido más pragmático que curioso. Aun así, no pude dejar de sentir que había algo más en juego.

—Lo sé, lo sé. Pero... es extraño, ¿no crees? Sirius Black, declararse a Alistair en medio de un partido de Quidditch. Nunca hemos sido los más cercanos a Alistair, pero todo esto me parece un poco fuera de lugar.

Oliver levantó una ceja, como si considerara mis palabras por primera vez.

—Supongo que es inusual. Sirius no suele hacer las cosas a medias. Si se ha interesado en Alistair, debe haber una razón.

Me quedé en silencio, dejando que sus palabras resonaran. ¿Una razón? ¿Qué clase de razón podría tener Sirius Black para fijarse en alguien tan reservado como Alistair?

—De todas formas —continuó Oliver, volviendo a sus notas—, no es asunto nuestro. A menos que quieras hacer de cupido, lo cual, dudo mucho que Alistair apreciaría.

Reí suavemente ante la idea, pero el nerviosismo seguía presente. Algo en todo este asunto no cuadraba, y mi curiosidad me impulsaba a entenderlo mejor. Tal vez fuera solo un capricho pasajero de Sirius, o quizás había algo más profundo en juego. Por ahora, todo lo que podía hacer era observar y esperar que las piezas encajaran.

Dejé a Oliver concentrado en su trabajo y volví a mis propios libros, con una sensación persistente de que esta historia estaba lejos de terminar. En Hogwarts, las apariencias siempre ocultaban más de lo que revelaban, y yo estaba decidido a descubrir qué era lo que se escondía detrás de la repentina atención de Sirius hacia Alistair. Fue entonces cuando mi atención se desvió a otra parte del salón. Vi a Regulus Black, el hermano menor de Sirius, charlando con James Potter cerca de la sección de libros de Transformaciones. James y Regulus eran como el agua y el aceite; todo el mundo sabía del desprecio que Regulus sentía hacia James.