GHOST (Bucky Barnes)

Capítulo 7.

—¿Listos?

Ambos se voltearon y vieron a Steve en la puerta junto a los gentes de SHIELD. Todos llevaban sus propios trajes, la agente llevaba una mejora en su traje, unos brazaletes con proyectiles, el arquero tenía sus flechas y arco listos.

—Bien, nos vemos en el centro de la ciudad.

Elara sonrió, tal vez este no era su plan inicial, pero se sentía feliz y llena de adrenalina.

El zumbido del Helicarrier vibraba bajo los pies de Elara mientras se preparaba en la plataforma de despegue. La situación era tensa, y el aire estaba cargado de anticipación. Tony, ya con su traje de Iron Man completamente operativo, ajustaba los últimos detalles antes de despegar.

Elara se acercó a él. Tony giró la cabeza, sus ojos brillaban tras la máscara de Iron Man —No mueras, Gasparín.

Ella rió, divertida por el comentario. —Tú tampoco, abuelo.

Tony soltó una carcajada, el sonido metálico resonando en el casco. —Lo intentaré— Tony se impulsó hacia el cielo, el fuego de sus propulsores iluminando la plataforma mientras se alejaba.

Elara lo observó hasta que desapareció de vista, su sonrisa desvaneciéndose lentamente mientras giraba sobre sus talones. Se dirigió hacia el punto de reunión, donde Steve, Natasha y Clint ya la esperaban.

—¿Todo listo?— preguntó Steve, su voz firme y llena de liderazgo.

Elara asintió, su expresión volviéndose seria. —Sí, Tony está en camino.

El Quinjet descendió suavemente sobre Nueva York, la silueta icónica de la Torre Stark dominando el horizonte. Elara, Steve, Natasha y Clint se preparaban para el desembarco. Las calles de la ciudad estaban llenas de actividad, y el bullicio era un recordatorio constante de lo que estaba en juego.

El doctor Selvig se encontraba cerca de un extraño dispositivo con una luz situada en el interior. El Teseracto.

—Apáguelo, Doctor— demandó el millonario.

—¡Es demasiado tarde!— el doctor se giró y sonrió emocionado —No se desactivará ¡Quiere enseñarnos algo! Un nuevo Universo...

Tony pudo observar como en los ojos del doctor se podían ver las estrellas —Okay...— Tony, con un tono de cansancio levantó sus repulsores hacia el dispositivo. Una barrera azul se levantó alrededor de aquel dispositivo antes de que estallara en una explosión. Selvig se estrelló contra un respiradero, Tony, debajo de su máscara, se mostraba sorprendido pues el objeto estaba intacto.

—Es irrompible— dijo la voz de JARVIS.

—Sí... ya lo noté. Bien, plan B— El millonario descendió sobre la Torre Stark, el traje del hombre comenzó a desarmarse con ayuda de máquinas. Elara llegó a la Torre, viendo a Loki en el balcón, el dios estaba viendo hacia Nueva York por lo que a Elara le dio una pequeña ventaja.

—Creo que los fastidié con mis preguntas— dijo al ver la expresión del millonario.

—¿De verdad? ¿Tan rápido te mandaron de regreso conmigo?

—Eso parece.

—Ve para allá— le dijo Tony, señalando una pared que dividía el cuarto —Espera mi señal.

Elara siguió sus órdenes. Loki entró y se quedó mirando a Tony, sus miradas no se separaron nunca. —Por favor, dime que vienes a apelar mi lado humano— Loki caminó más para acercarse.

—De hecho, planeo amenazarte.

—Necesitas tu armadura para eso ¿Dónde dejaste al experimento?

Elara se tensó, ella sabía que él podía sentirla, pero también sabía que no sabía dónde estaba —Ella está con Rogers, estoy evitando que cometa más homicidios. Veamos, mi armadura está muy averiada y tú tienes la...— señaló el cetro —linternita del destino ¿Algo de tomar?— ofreció el millonario mientras caminaba hacia el bar.