❧ ) 𝗗𝗔𝗡𝗗𝗘𝗟𝗜𝗢𝗡𝗦 !
( 𝚌𝚒𝚗𝚌𝚘 𝚑𝚊𝚛𝚐𝚛𝚎𝚎𝚟𝚎𝚜 ) ✦ˎˊ˗
❛ ¿que estarías dispuesto a hacer
por salvarla de este mundo, 𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤? ❜
tal vez regresar a su línea temporal
no había sal...
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TODOS LOS QUE QUEDABAN estaban en el hotel Oblivion, Cinco sujeto a un barabdal, pensando.
—Me duele mucho la cabeza. —susurro Alysa, aún aturdida por la repentina explosión que había dado el Kugelblitz.
—Lo se, cariño, me encargaré de eso. —Cinco tomó las manos de su prometida, dejando un beso en sus nudillos.
—Díganme, ¿como es que aún seguimos aquí si todo el universo se va por el drenaje cósmico? —pregunto Allison de manera osada.
—Somos los últimos restos. —respondió Viktor.
—No te hablaba a ti.
—Oigan, ¿alguien ha visto a Klaus? —pregunto Luther, la castaña lo miro, negando con pesar.
—¿O a papá? —pregunto Sloane.
—¿Y si se los trago el Kugelblitz? —pregunto Alyssa preocupada.
—Ya vendrán. —hablo Diego, revolviendo el cabello castaño de la ojiazul.
—¿En serio? ¿Los retrasó el tráfico? —pregunto Ben sarcástico. —Oigan, por favor, sobrevivimos porque somos especiales, ¿cierto? Los únicos que pueden salvar al universo.
—Uhm, dime, ¿acaso no lo intentamos y fracasamos? —pregunto Allison, y por muy irritante que pareciera la morena parecía tener la razón.
—Si, fue porque su plan era estupido. —dijo Diego.
—El plan no fue, estupido, Diego. —hablo Alyssa, levantando la mirada para ver al moreno.
—Yo tengo uno mejor. —alegó. —Vamos al Gran Colisionador de Jarrones. Ustedes hacen cosas de ciencia y... —chasqueó. —Enviamos al Kugelblitz al espacio, no lo vieron venir, ¿ah? —Pausó un segundo. —Está en Suiza.
—Ese es el peor plan que he escuchado, Diego. —hablo la más pequeña, mirándolo. —¿De verdad crees que podemos ir a Suiza con el Kugelblitz en nuestra nuca? —el moreno movió su mano restándole importancia.
—De Hadrones, no jarrones, tarado. —le insultó el asiático.
—¡Oye!, al menos lo está intentando, renacuajo apestoso, ¿tú que has hecho para ayudar? —lo defendió Lila,
—De hecho, acabó con la mitad de su familia. —hablo Diego en tono irónico.
—Uh, ¿quieres hablar de problemas en la familia? ¡Debería arrancarte esa cara ridicula de tu cuello!
—¡Desearía tener un pastel y aplastarte lo en la cara!
Ambos se acercaron tanto que estaban frente al otro.
Empezaron a insultarse en otros idiomas y la mirada de todos se centró en ellos.
—¡Oigan! ¿Terminaron? —Cinco camino más cerca de ellos. —El universo está desapareciendo, así que pueden seguir imaginando situaciones para medirse la hombría si los hace sentir mejor, pero la cruda verdad, es que es demasiado tarde.
