³ 𝗗𝗔𝗡𝗗𝗘𝗟𝗜𝗢𝗡𝗦 | cinco hargreeves

❪ O4. HOTEL OBSIDIAN ❫

DANDELIONS: HOTEL OBSIDIAN

❪ Alyssa. ❫

UN ELEGANTE EDIFICIO cerca del centro de la ciudad, elegante y muy viejo a decir verdad. "Hotel Obsidian" citaba.

Veía como mis hermanos se empujaban unos contra otros en la puerta giratoria, a un costado había otra, así que me apresure a cruzarla antes de mirar burlona como finalmente pasaban.

—Mi espalda me esta matando —se quejo Luther, me observo confundido al notar mi presencia frente a el —¿Tu... ? ¿Cómo?

—Hay dos entradas, por cierto —menciono Cinco, asentí al instante.

—¡Ah! Hotel Obsidian, te extrañe dama de perversas costumbres —hablo Klaus, inhalando fuertemente —Absorbanla, que llene su seno. En su apogeo, ella fue la anfitriona de líderes mundiales. Roosevelt, Gandhi, Stanlin, Gorbachov, Castro, el rey Olaf de Noruega, uno de los Kim Jong, Tito, el dalái lama, Elvis, y no una sino dos Kardashian, según se dice.

—¿Cómo puedes aprenderte eso y tardaste más de un año en recordar mi nombre? –cuestione confundida, mi hermano se encogió de hombros.

—Hay prioridades —respondió —¿Acaso no es- A dónde vas? —se interrumpió a si mismo cuando Allison paso a su lado.

—A hacer una llamada —le reste importancia a lo que la morena hacia, también tenía otras prioridades y ella no era precisamente una de ellas.

Entonces Klaus siguió.

—Hoy por hoy solo es una pension de mala muerte, un albergue para aquellos como nosotros que buscan alejarse del ojo crítico de la sociedad —continuó, ignorando también lo que hacia Allison.

—¿Cómo un escondite? —me atreví a preguntar.

—¡Exacto! ¡Es perfecto! Y la mejor parte es, que ella cuidara de nosotros. Sin hacer preguntas, nunca jamás, ¿cierto? —me sentía observada, más que nada juzgada. Me abrace a misma, notando como un par de huéspedes miraban en nuestra dirección antes de murmurar entre ellos —Vamos.

—Yo tengo preguntas —hablo Diego, caminando hacia Klaus junto a Luther.

—Si, yo también —aseguro el rubio.

Iba detrás de ellos, pero me detuve un segundo esperando a que Vanya se uniera también.

—Este lugar es raro —pronuncio a la par mía, asentí con una mueca.

—Ya lo creo —afirme.