❪ 12. LOVE TALK ❫

4.2K 431 106
                                    

DANDELIONS: HABLAR DE AMOR

DANDELIONS: HABLAR DE AMOR

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

❪ Omnisciente. ❫

DE VUELTA EN PENNSYLVANIA, la música de la radio resonaba en el auto, donde Cinco se encontraba recostado sobre los asientos traseros, cantando mientras observaba su mapa y marcaba aún más destinos a los que podría pasar -después de regresar al hotel y convencer a la castaña de ir con ellos, claramente-.

Y, aunque realmente todos desearamos que aquel anciano siguiera disfrutando de su retiro, una ola de fuerza lo zarandeo, haciéndolo caer y molestandolo al instante.

—Mierda, ¿no me puedo tomar un maldito día libre? —cuestiono al aire, observando a su alrededor como el ganado que segundos antes se encontraba pastando, había desaparecido.

BIEN, EL VIAJE NO FUE nada como ninguno esperaba, pues ahora Cinco se encontraba fuera del auto al que le había garabatear ecuaciones por todas las ventanas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

BIEN, EL VIAJE NO FUE nada como ninguno esperaba, pues ahora Cinco se encontraba fuera del auto al que le había garabatear ecuaciones por todas las ventanas. Observaba todos los números con el ceño fruncido.

—¡Cinco! ¡Vamos! —gritaba el rizado sin detenerse —¡Enciende el auto! —sin embargo, el pequeño estaba demasiado concentrado para haber escuchado desde un principio.

Un gran grupo de hombres perseguían a Klaus, mientras este escapaba tan rápido como sus delgadas piernas le permitían.

—¡De prisa! ¡Enciende el auto! —movía sus manos, como si aquello fuera a llamar la atención del menor, cosa que claramente no funcionaba pues este no lo miraba —¡CINCO!

Y, finalmente, el castaño lo miró —¡De prisa! ¡Vamos, vamos, vamos! ¡Conduce!

Cinco corrió hacia el asiento del piloto, completamente molesto al notar que su hermano no podía mantenerse ni por un minuto sin causar problemas.

—¿Por qué no puedes llevarte bien con la gente, eh?

—En serio, no puedo. Lo intenté —admitió el rizado, yendo directo a abrir la puerta del auto, pero una voz femenina lo detuvo.

—¡Espera!

—Espera un segundo —le pidió al pequeño volviendo con la mujer, Cinco se maldijo por lo bajo, observando como su hermano intercambiaba un par de palabras con ella.

³ 𝗗𝗔𝗡𝗗𝗘𝗟𝗜𝗢𝗡𝗦 | cinco hargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora