Capítulo 26. "Conquista a está chica"

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"Será mejor que me vaya", dijo, la madre de Engfa de repente llamando la atención de ambas, que estaban absortas en su mundo. "Aquí estoy sobrando", se rió.

"¿Qué?" Reaccionó Engfa, mirando a su madre con mejillas sonrojadas.

Se dio una bofetada mental, se olvidó de que su madre estaba parada allí de hace rato.

Avanza un poco hacia ella y ríe nerviosamente.

"Mami, lo siento, ven aquí con nosotras", pidió con adoración, pero la mujer rápidamente negó.

"Está bien querida, voy a volver a entrar, no quiero interrumpir tu cena, ya he comido antes, disfrútenlo", se inclinó un poco ante ellas y le sonrió a Charlotte tan pronto como sus ojos se posaron en la chica castaña.

Sus ojos sugirieron algo y la azafata lo notó, rápidamente sintió su corazón calentarse.

Charlotte se levantó de la silla abrumada. "Será mejor que me vaya yo...", dijo de repente, llamando la atención de las mujeres atentas.

Miró su teléfono y luego nuevamente a ambas mujeres.

"¿Qué? ¿Por qué?" Engfa dijo apresuradamente mientras la miraba sin entender.

Charlotte no respondió, solo tomó su bolso, estaba a punto de pasar junto a ellas cuando Engfa tomó su mano entre la suya. "No, Cha, no te vayas...", le rogó con la mirada. "Quédate a cenar conmigo, me aseguraré de que llegues temprano al hotel"

La calidez de sus manos las hizo temblar a ambas.

La azafata no la miró, está nerviosa. Entonces la pelinegra miró a su madre con molestia.

"¡Mamá, les has dicho algo!" Acusó con ojos desafiantes.

La mujer levantó una ceja e hizo una expresión de sorpresa por la acusación y al mismo tiempo se quejó como si estuviera herida con el comentario.

"¿Cómo puedes pensar eso de tu madre?", se quejó, divertida.

"No engañas a nadie, mamá...", susurró en voz baja mientras se cruzaba de brazos.

"No, no, no, basta" Charlotte habló rápidamente mirando la situación. "Tu madre..."

"He sido un poco imprudente lo acepto", interrumpió a Charlotte con dulzura. "Sin embargo, me he disculpado y me disculpo de nuevo, querida", llamó suavemente la atención de la azafata. "Ha sido un placer conocerte Charlotte, eres encantadora, al igual que muy hermosa... Por favor quédate a cenar y cuida a mi hija. Ella suele ser muy coqueta con mujeres que no le convienen en absoluto. Espero vernos pronto" Se apresuró a decir antes que su hija le reprochará sus palabras, luego se acercó a la castaña y con atrevimiento la besó en la mejilla.

Los ojos de la azafata se sorprenden. La mujer ahora se acerca a su hija y también le da un beso en la mejilla, sin embargo este duró más.

"¡Madre!"

Ella se quejó de sus palabras y también porque sabía que su madre le estaba untando lápiz labial en su mejilla.

"Todo está bien", se rió limpiandole la mejilla, ante la reprimenda de su hija. "Ahora sigue estando irresistiblemente coqueta y atenta con ella, solo con ella, Engfa", señaló en voz baja con picardía. "No juegues", la miró a los ojos con seriedad. "Conquista a está chica", acomodó algunos de los mechones sueltos de su hija y la peinó ligeramente.

Engfa se quejó otra vez, sin embargo sonrió, su rostro se ilumino y se sonrojó mucho.

Su madre le apretó las mejillas. Tenía que haberlo imaginado, su madre siempre descubre sus intenciones.

𝕸𝖎 𝖇𝖔𝖓𝖎𝖙𝖆 𝖞 𝖆𝖉𝖔𝖗𝖆𝖇𝖑𝖊 𝖆𝖟𝖆𝖋𝖆𝖙𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora