Capítulo 4. "Mierda, su sonrisa"

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Charlotte había terminado de firmar algunos papeles. Esta mañana se había despertado temprano para ir a la aerolínea, ya que la llamaron para algunas cosas, no le dieron muchos detalles cuando llegó y ella tampoco indagó.

Aunque tenía que ser honesta, la verdad era que si le daba un poco de curiosidad saber para quien trabajaría y quién era ése alguien "importante" que necesitaba total disposición.

Charlotte nunca había trabajado para una aerolínea privada y tampoco conocía mucho de estás "personas influyentes", así que se limitó a firmar y seguir con su camino.

Al parecer su primer vuelo será en unos días, lo cual es lo único importante ahora para ella. Tenía que administrar su tiempo y preparar todo para ir a Japón y luego a Inglaterra en tan sólo días de diferencia.

...

Charlotte ahora caminaba con rapidez por los pasillos de la aerolínea. El hambre que sentía la estaba matando y todo se debía a no haber desayunado está mañana.

Sí, ella sabía que estaba mal no hacerlo pero había pensado que sus pendientes aquí serían rápidos, por lo cual solo había comido una manzana y unas dos galletas, pero bueno, no se quejaría, acaba de terminar y estaba dispuesto a salir de aquí y buscar un lugar cerca para comer algo delicioso.

Su camino hacía fuera de las instalaciones se hizo corto y cuando estaba dispuesta a tomar un taxi, alguien llamó totalmente su atención.

"¡Charlotte!", gritaron su nombre y está, se detuvo abruptamente pará mirar a la persona que lo hizo.

"Hey, hasta que nos vemos de nuevo" Saludo con una sonrisa, Charlotte a su amigo, Matías.

"¿Eso significa que me extrañaste?", rió él chico extendiendo sus brazos para tomar a la castaña entre ellos.

Charlotte recibió el abrazo y habló.

"Un poco, aunque ahora que seremos compañeros, tendré que tolerar tu presencia todo el tiempo", lo empujó para deshacer el abrazo. "Será un gran esfuerzo para mí", dramatizó.

El castaño rió mientras tomaba los mechones de Charlotte y los esparcía por su cara para molestarla. Y lo logró, Charlotte lo golpeó con fuerza en el hombro, haciendo que esté, quedará abatido por tal golpe.

"¡No vuelvas a hacer eso, lo odió y lo sabes!", lo empujó de nuevo.

Matías tomo su hombro por el dolor que sintió y la miró como si le tuviera demasiado miedo para volver a hacerlo.

Charlotte ante lo serio que se quedó su amigo, se río carcajadas.

"Ni siquiera usé toda mi fuerza", lo miró detenidamente. "¿Tan débil eres?", alzó su ceja con diversión.

Matías lucía ofendido, pero tampoco se haría el fuerte.

"No, pues que considerada, ¡gracias!", se quejó sarcásticamente. "Tienes más fuerza ahora que estás embarazada, deberías tener cuidado... Sabes", Charlotte lo miró.

"¿Hablás en serio?", se rió más.

"Lo digo en serio, tienes el brazo de un albañil...", susurró eso último para que no lo escuchará.

No tuvo tanta suerte.

"Espera ¿dijiste algo?", se quejó Charlotte y lo empujó.

"¿Qué? para nada", negó rápidamente.

Charlotte, entre cerró sus ojos y lo miró detenidamente. "¡Lo escuché, bien tonto!", afirmó levantando su brazo para tratar de golpearlo nuevamente, por su comentario.

𝕸𝖎 𝖇𝖔𝖓𝖎𝖙𝖆 𝖞 𝖆𝖉𝖔𝖗𝖆𝖇𝖑𝖊 𝖆𝖟𝖆𝖋𝖆𝖙𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora