𝕸𝖎 𝖇𝖔𝖓𝖎𝖙𝖆 𝖞 𝖆𝖉𝖔𝖗𝖆𝖇𝖑𝖊 𝖆𝖟𝖆𝖋𝖆𝖙𝖆

Capítulo 40. Pronto.

"Lo siento de verdad, pero no puedo. No puedo por qué, aunque mi esposo no esté aquí conmigo, mi corazón siempre le pertenecerá a él y no puedes cambiar eso, Engfa", soltó con demasiada dificultad. "No puedes... Todo esto ha sido tan pronto. No es tu culpa, todo ha sucedido tan rápido que no me ha dado tiempo de procesarlo... Todo fue un error, yo, yo ni siquiera he podido terminar de sanar"

Charlotte estaba temblando. "No puedes amar cuando ni siquiera has podido sanar por completo. Fue mi culpa, fue mi culpa querer intentar algo cuando ni siquiera estaba preparada" Agregó afligida y decepcionada de si misma.

Engfa soltó lágrimas, su corazón se encogió demasiado. Aunque estaba totalmente confundida respecto al cambio que tuvo Charlotte. No podía luchar contra eso y lo sabía, su corazón estaba roto.

"Solo déjame...", murmuró tratando de quedarse a su lado, pero Charlotte negó demasiado rápido, para intentarlo una vez más.

"No puedo, por favor entiéndelo... Realmente,
lamento que te hayas ilusionado con algo que no puedo darte, ahora. Perdóname", pidió demasiado arrepentida de lo que estaba haciendo. Estaba lastimado nuevamente a Engfa por sus miedos. Cerrando sus ojos con fuerza para reprimir sus lágrimas, de nuevo, simplemente volvió a pedir perdón.

Charlotte estaba siendo fuerte, porque aunque su corazón le dolía al igual que a Engfa, estaba ocultando de nuevo, sus malditos sentimientos.

"¿No habrá una oportunidad esta vez? ¿Es definitiva? ¿No puedo esperarte? Te dije que lo haría siempre", la miró con grandes ojos llenos de lágrimas. "Te esperaré, esperaría hasta verte bien, a qué sanes completamente. Déjame acompañarte en ello y en todo... No me importa cuando nos lleve, pero no me alejes de tí, de ustedes", señaló ligeramente su vientre. "¡Te lo pido!", miró los ojos de Charlotte con súplicas.

La castaña no puede gestionar palabras. Solo y con todo su dolor llevó su mirada a otro punto inexistente.

"Solo déjalo así, Engfa. No vamos a funcionar", soltó mirando a la nada. "No te lastimes más, por favor. No puedo ahora y no sé si podré hacerlo pronto"

Engfa no tenía esperanzas. Limpió sus lágrimas después de unos segundos de silencio, miró a esa castaña un largo rato más ¿Será su última vez?

Antes de dar unos pasos lejos de ella, Engfa volvió a verla para dársela vuelta, ella no era fuerte. Quería suplicarle qué la amará hoy, que la amará mañana, que la amará para siempre.

La pelinegra caminó, pero nuevamente se detuvo y retrocedió sus pasos. Se volvió a parar frente a Charlotte y la miró pensando en lo que haría.

La atrajó con rapidez a sus brazos, haciendo que la castaña finalmente soltara sus lágrimas y la mirara juntó a ella.

Ambas estaban llorando, mientras se aferraban a la otra con fuerza.

Engfa se alejó un poco, miró sus labios, tomo su rostro suavemente y sin esperar algún permiso de la Charlotte, selló sus labios con los de ella en un beso qué fue ligero y a la vez profundo.

"Has sido lo mejor que me pudo haber pasado, Charlotte Austin, que te quedé claro", le dejó saber mientras sostenía su mentón. "No es un adiós y tampoco te dejaré, no me importa lo que creas que sea correcto o lo que creas querer. Soy tuya Charlotte, te pertenezco a tí y te lo demostraré a la fuerza. Creó que esa es la única forma para que entiendas que está bien enamorarte de nuevo. Te amo, joder", jadeó entre sus labios para volver a besarlos y está vez con un poco de fuerza pero siento todavía dulce.

"No me dejaste otra opción más que está" La besó de nuevo. Sin embargo este último beso fue uno más casto. "Te dejó ahora, porque creo que estoy a punto de morirme, me has hecho trizas el corazón y no sé si me puedo recuperar, pronto" Soltó una última lágrima.