𝕸𝖎 𝖇𝖔𝖓𝖎𝖙𝖆 𝖞 𝖆𝖉𝖔𝖗𝖆𝖇𝖑𝖊 𝖆𝖟𝖆𝖋𝖆𝖙𝖆

Capítulo 1. Había aceptado seguir adelante.

"Creó qué deberías de aceptar, realmente es una buena oportunidad para tí, Char", habló el chico castaño. "Solo piénsalo, además sabes que estaré ahí, como copiloto", le dejó saber con una sonrisa de medio lado.

Charlotte ni siquiera lo miró, pero ella se miraba muy pensativa, triste y sin saber que hacer, por lo que el chico trago el nudo que se formó en garganta y continúa hablando.

"Sabes que pronto no podrás seguir viajando por mucho tiempo, cómo lo has hecho hasta ahora, así qué, está oportunidad te dará el sustentó adecuado, para todo el proceso de tu embarazo", soltó.

El chico tenía razón y Charlotte lo sabía. Tenía que aceptar está grandiosa oportunidad que le estaban ofreciendo. Así qué, después de pensar por unos segundos más, habló finalmente.

"Bien, lo haré", declaró esto acompañado de un suspiró que no fue ignorado por su amigo.

El castaño se levantó de su asiento, tomó el coraje para acercarse lo suficiente a ella y la rodeó con sus brazos.

"Se que es difícil, volver a trabajar, después de todo. Pero si de algo estoy seguro es que...", suspiro con tristeza. "Él está feliz, Charlotte. Se que, dónde quiera que esté, ahora, está orgulloso de tí, mucho más sabiendo que no te has dado por vencida y qué además de todo, llevas a su hijo con valentía a pesar del dolor de tu corazón", dijo dándole ánimos.

Charlotte escuchó esas palabras mientras sus ojos se seguían nublando. Esas lágrimas que salían de sus lindos ojos avellanos ya que queman sus mejillas.

Su corazón por otro lado, de verdad se hundió en lo profundo de su ser, tan pronto recordó que hace unos meses, atrás había perdido al amor de su vida y no solo eso, también había descubierto días después, que había quedado embarazada de él.

Todo era muy difícil en su vida, para cuando se enteró de ello.

¿Que se supone que haría ella?

Todavía era muy poco tiempo para poder procesar todo lo que había pasado en su vida en tan sólo unos meses, pero aquí estaba, de pie buscando trabajo, sí, buscando trabajo después de casi darse por vencida.

Cualquiera diría que era una mujer muy fuerte y capaz pero cada vez que llegaba a su casa, después de días a fuera, se soltaba llorar.

Tenía una especie de duelo, aún así se levantaba para luchar por su hijo, porque esa era su única forma de mantenerse de pie, imaginando un futuro con su hijo, ese que no puede lograr junto a su esposo.

...

Después de unos minutos de solo llorar sin parar, finalmente Charlotte se alejó del chico. Limpió sus lágrimas y trató simplemente de sonreírle.

"Eres un gran amigo, aprecio mucho esto... Y, gracias por volver a insistirme, se que será genial estar a tu lado trabajando, de nuevo", dijo ésto último con una pequeña risa.

El castaño también rió suavemente ante sus palabras.

"Gracias a ti por aceptar y no rendirte. Estoy demasiado orgulloso de la persona que eres... Sigue así, recuerda que estaré aquí, siendo tu compañero leal", sonrío cálidamente, regalándole por último un abrazo fugas.

Charlotte se sintió más esperanzada. Siente que realmente ahora todo le saldría bien, que todo estaría mejor en su vida.

Las palabras honestas de su amigo le dieron la suficiente motivación que necesitaba para seguir.

"Siempre sabes que decir", rió dulcemente.

"Entonces eso... ¿significa, que te veré pronto en la aerolínea?", preguntó levantándose del lugar para seguir con su camino a casa.