Mentir, vivir, amar

Capítulo 22 : Amar a Hange

capítulo
"¿Qué tuvo de malo nuestro baile?", pregunta Levi.

Hange sonríe y niega con la cabeza.

"Nada, estuvo genial. Perfecto, incluso."

Ella se une a Sasha y Levi contra la barandilla del balcón.

"Lo lograron, amigos. Finalmente son una pareja convincente", declara.

Sasha y Levi intercambian una mirada. ¿Él siente lo mismo que ella? ¿Ve esa chispa entre ellos? ¿O es solo que Sasha está fantaseando con el hombre más famoso de Paradise?

—Oh, Levi —Hange recupera su atención—. Me dijiste que te avisara cuando llegara el hombre, bueno, ya está aquí.

—Por fin —murmura Levi y vuelve adentro.

Cuando se fue, la puerta se cerró detrás de él, Sasha se volvió hacia Hange.

"¿Quien está aquí?"

"Oh, que alguien diga algo..." Hange se queda callada y mira hacia otro lado.

Sasha frunce el ceño. No es propio de ella guardarse información. ¿Se trata de un hombre que le gusta a Levi? ¿Un hombre al que ama? De todos modos, es alguien a quien no quiere que Sasha vea.

"Nunca he fumado, pero de alguna manera me encantaría fumar un cigarrillo ahora mismo", dice Hange. "Es malo para los pulmones, pero necesito un descanso".

Hange se ajusta el traje para respirar mejor. No parece que le gusten mucho esas prendas elegantes.

"No valgo los efectos relajantes de un cigarrillo, pero puedo escuchar si eso ayuda", ofrece Sasha.

Ella puede ver que Hange lo necesita, y una distracción para que Levi no se una a otra persona sería genial para Sasha en este momento.

"Oh, no te preocupes, son sólo cosas aburridas", le asegura Hange.

Sasha apoya sus antebrazos en la balaustrada, esperando a que ella se abra.

—¿Eh? ¿Por dónde empezar? —dice Hange, notando que Sasha está toda atenta—. Los nuevos reclutas están básicamente solos en el cuartel general en este momento, y sé que van a hacer algo estúpido. Les di una guía a seguir para cada posible situación mala que pudiera imaginar, pero las cosas siempre son impredecibles. ¿Y si los atacan? ¿Y si esos bastardos religiosos no estuvieran solos? Los que arrestamos afirman ser los únicos involucrados en esto, pero...

Hange sigue moviendo la cabeza.

—Y no tengo ni idea de qué hacer. Erwin no me dio un guía. Se fue y me dejó a cargo, y ya sabes cuánto respetaba a ese hombre, pero a veces... —Hange suelta un fuerte gruñido—. Es demasiado, los nuevos reclutas, el escuadrón, el gobierno, la amenaza de guerra, la próxima expedición, todos esos informes inútiles... Me gusta liderar, pero esto es demasiado para mí. Especialmente cuando...

Hange se frota el ojo válido.

"Cuando yo solo..."

Sasha duda un poco, porque es su superior la que está frente a ella. Pero Hange también es su amiga, así que la toma en sus brazos.

—Oh, Sasha, eres tan dulce —murmura Hange mientras le devuelve el abrazo—. Estoy bien, ya sabes. Me quejo mucho, pero está bien.

"Lo siento, Hange", dice Sasha con todo su corazón.

Si Connie muriera de repente y de alguna manera Sasha todavía tuviera que manejar una rama entera del ejército, se ahogaría en menos de una semana.

Hange finalmente se aleja del abrazo y mira fijamente a Sasha.

"Por favor, ten cuidado. Mantente a salvo dentro del palacio y no andes por ahí solo, ¿vale?"

Sasha asiente.

Hange se recuesta en la barandilla. Por alguna razón no lloró, tal vez ya no le quedan lágrimas.

"Armin me está ayudando mucho", dice mirando hacia delante. "Está muy tranquilo y eso es relajante. Excepto cuando empieza a hablar del mar, se emociona tanto que me dan ganas de darle un tranquilizante".

Sasha se ríe.

"Pero nunca lo hago. Es genial ver a alguien apasionado por su sueño. Yo he perdido todos mis sueños. No es fácil. Pero por suerte, ustedes... Me ayudan mucho", confiesa Hange, sonriendo de nuevo a Sasha. "Con su esperanza, su energía y sus risas. Pasar tiempo con ustedes es lo que me hace levantarme de la cama cada mañana".

"Hange..." murmura Sasha, a punto de llorar.

"Pero que no se te suba a la cabeza", añade, tocándose la frente. "Hace un tiempo me informaron de la desaparición de algunos alimentos en la despensa y no vi el menor rastro de ratones allí".

Sasha pone cara de vergüenza.

"Está bien. Ya no estoy enojada. Levi te defendió, por cierto. Ja, ahora sí que es gracioso".

"¿Lo hizo? ¿Levi me defendió?"

"Sí, a mí también me sorprendió al principio, porque ustedes dos ni siquiera eran muy cercanos en ese momento. Pero Levi sabe lo que se siente tener hambre. Y sabe que todos necesitamos algo que nos guste para seguir adelante".

"¿Qué siente Levi por mí ahora?" Sasha no puede evitar preguntar.

—Oh, le gustas mucho. Apuesto a que nunca te lo dijo, ni a mí tampoco, no directamente. Pero claramente disfruta de tu compañía, es más que obvio.

Sasha se siente tan feliz con esas palabras que no puede reprimir su sonrisa.

"Él se queja a menudo de ti, pero en realidad no está molesto en absoluto", le dice Hange. "Es simplemente su extraña manera de hablar de las personas que ama sin que lo perciban como el gran sentimental que es".

Sasha se ríe suavemente.

"Me siento aliviada de que no sea una gran pesadilla para ustedes, entiendo que aún no es divertido y que no tuvieron muchas opciones, pero ver que se llevan bien es un alivio. Podría haber sido mucho peor", dice Hange, frunciendo el ceño. "Así que, gracias, Sasha, por cuidarlo bien. Espero que él esté haciendo lo mismo contigo".

"Sí, Levi es muy amable conmigo. Como dijiste, no a primera vista, pero es muy dulce en sus acciones", asegura Sasha.

Hange parece contenta. Esa es una gran preocupación que no tiene en mente.

Sasha y Hange se dan vuelta cuando Eren abre la puerta del balcón. Jean está con él.

"Hay una pelea", informa Eren.

"¿Y ninguno de ustedes está involucrado? Bien hecho", dice Hange. "Vayan a buscar a Levi, él pondrá fin a esto".

—Hum, ésa es la cuestión —dice Jean—. El capitán Levi empezó la pelea.