5. Zoe

88 7 0
                                    

♤♠︎ Arriésgate porque todo lo bueno comienza con un poco de miedo ♠︎♤

Al despertar escucho ruidos, recuerdo que anoche me quede dormida y aún no había llegado Hudson.

Me levanto apurada y salgo de la habitación, lo encuentro en la sala vestido casual, está sentado leyendo algunos papeles mientras toma café, siente mi presencia y levanta la mirada suavemente desde abajo hasta llegar a mis ojos, se me eriza la piel por su intensa mirada.

Al instante me avergüenzo, recordando lo que llevo puesto, una pijama muy sugerentes que escogió Mari, me siento desnuda en su presencia.

—Buenos días, —susurro, tan bajo salió mi tono de voz que me hace dudar si lo escucho, ya que aún no responde y sigue mirándome de esa manera que no logro interpretar, me rehusó desviar la mirada, no puedo dejar que esos ojos verdes ahora un poco más oscuros me intimiden.

—Buenos días Isabella. —Mi corazón se acelera por lo sexy que sonó su voz ronca y masculina.

«Cálmate Isa»

—Me preocupé mucho porque anoche no llegaste, pensé que te había pasado algo, —comento, tratando de no sonar como si le estuviera reclamando, pero muy dentro de mí lo quiero hacer.

—Dormí en la casa de Taylor. —Intento no mostrar ninguna reacción, por supuesto estuvo con su novia, vuelve a ver los papeles dejándome en segundo plano y añade—: Zoe llega dentro de una hora.

Abro los ojos sorprendida.

—Iré arreglarme.

—También vendrá mi madre, hermana y Taylor, almorzaran aquí y por supuesto estas invitada. —informa sin verme.

—Okey, —digo, espero por si tiene algo mas que decir, pero no comenta nada mas y solo me retiro en silencio, ni siquiera me pregunto cómo me fue con su hermana ayer.

Después de ducharme, vestirme y pasar un buen rato tratando de controlar mis nerviosos decido salir, escuchando ya voces afuera y risas femeninas, no me moleste en comer el desayuno con lo nerviosa que estoy no tengo apetito.

Decidí vestirme con una franela sencilla, jeans ajustados con cintura alta y unas sandalias con semi-tacones, deje mi cabello suelto, me maquille solo un poquito, aun no sé cómo utilizar bien todo eso del maquillaje.

Al entrar a la sala encuentro una sonriente Taylor prácticamente encima de Hudson y a Marina en la puerta de la cocina tomando un vaso de jugo, mientras rueda los ojos irritada por la escena, al mirarme se le ilumina los ojos como si fuera su salvación.

—Esa es mi chica te ves hermosa, —dice acercándose a mí y abrazándome.

—Gracias, me alegro que estés aquí.

Seria horrible estar a solas con la pareja.

—Isa, que bueno verte, —habla Taylor, acercandose a nosotras—. Quiero que volvamos a empezar, lo de ayer fue un mal entendido espero que aceptes mis disculpas.

Me cuesta no ver a Mari, sus ojos deben decir un... te lo dije, pues sí que es predecible.

—No te preocupes por eso, —digo restándole importancia, Mari se ríe con descaro al instante Taylor pone mala cara.

—¿Haciendo escandalo como siempre cuñadita? Te vendría bien trabajar en el circo, —sonríe con burla,

Hudson nos mira atento.

—Mi cuñada y sus cosas, —ríe con hipocresía Taylor.

La tensión entre Marina y Taylor es muy fuerte, se dan una última mirada nada agradable y Taylor regresa junto a su novio, pero él tiene la mirada en mí.

Dulce Obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora