14. No Te Amo

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♤♠︎♤ No permitas jamás, ser la duda de nadie♠︎♤♠︎

Hudson

Mi secretaria Nancy anuncia la llegada de Taylor, luego de unos minutos entra.

Taylor es muy hermosa y hoy no es la excepción, lleva su cabello corto estirado, sus labios pintados de rojo intenso, carga unos pantalones ajustados y una camisa rosa con una chaqueta negra y tacones negros, es abogada y siempre anda impecable.

Lleva una sonrisa en sus labios, al verme sus ojos se iluminan, rodea el escritorio moviendo sus cuerpo con exageración, ruedo mi silla y ella se sienta en mis piernas.

—Hola mi amor, —saluda mientras me acaricia la mejilla.

—Hola Taylor. —Ella rueda sus ojos, pero sus sonrisa no cambia.

Odia que la llame por su nombre, pero no soy esa clase de hombre de poner apodos o de llamarla de otra forma, la única con quien lo hago es con mi hija, desde pequeño me acostumbre a llamar a las personas por su nombre, a pesar que lo he intentado me siento incómodo.

Taylor me da un beso con desesperación y le correspondo, sus labios son delgados, sus besos se siente bien, me alejo terminando el contacto.

—¿Cómo te fue con el caso del Sr. Kirchiu?

—Es difícil defender su situación, pero tiene suerte, soy la mejor abogada. La audiencia es el viernes y ya tengo todo preparado, —presume sonriendo.

—Es bueno saberlo.

—Vamos a almorzar juntos, tenemos mucho tiempo sin estar juntos, ni siquiera hemos hablado de los preparativos de la boda. —Me tenso y se da cuenta de mi cambio.

Conocí a Taylor por medio de Samantha, la madre de mi hija, ellas eran amigas andaban siempre juntas. Ella estuvo con Samantha y conmigo desde que supimos que seríamos padre.

Samantha murió apenas dio a luz, no estuve con ella ese momento, pero Taylor sí, desde entonces a estado mi lado, no le permití acercarse sentimental a Zoe, hasta hace un año que nos besamos y nos acercamos íntimamente.

Desde entonces iba seguido a mi casa a compartir con Zoe y en cuatro meses le conté a mi hija que tenía una relación con Taylor.
Ella lo acepto mejor de lo que esperaba, sabía que Taylor no era de su agrado, pero Zoe es tan madura que ha tratado de querer a Taylor como de la familia.

Pero ahora estoy dudando, no estoy muy seguro de casarme. Marina siempre me dijo que yo no amo a Taylor, solo me siento agradecido por ella, por estar en todo el proceso de superación de la muerte de Samantha y ayudarme con lo que necesitaba.

Ella es una gran mujer y no merece casarse con un hombre que duda de sus sentimientos.

—No puedo, tengo la reunión con los Alemanes, deberíamos posponer la boda, esperar un poco más.

Ella se levanta de mi regazo, sus ojos se cristalizan, le hice daño con mi sugerencia y eso me hace sentir peor.

—¿De que estas hablado? ¿Me estas terminando? —pregunta con incredulidad.

—No, solo digo que no creo que estemos preparados para casarnos Taylor.

—Claro que si lo estamos, llevo años esperando este momento.

—Taylor solo llevamos unos meses juntos, —digo severo, ella ríe secamente.

—Tú me gusta desde hace años, mucho más antes que estuvieras con Samantha, estuve contigo cuando te sentía culpable por su muerte, cuide tu niña y la quiero como si fuera mi hija, fui la primera en tenerlas en brazos. —Ella niega cerrando sus ojos— ¿¡Y así es como me lo compensas!? —grita.

Dulce Obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora